El exdictador Leopoldo Galtieri, uno de los personajes más siniestros de la historia de Argentina, murió ayer en Buenos Aires de un paro cardiorrespiratorio causado por un cáncer de páncreas.
Galtieri, que llevó a su país a la Guerra de las Malvinas en 1982, era visto como un general mediocre. Deja tras sí los graves casos de asesinatos y desapariciones ocurridos en su breve mandato.
“Tengo 400 argentinos muertos y, si es necesario, la Argentina está dispuesta a 4.000 o 40.000 más”, manifestó el 2 de mayo de 1982 cuando un torpedo británico hundió el crucero Belgrano, buque insignia de Argentina, que perdió a 400 de sus marinos.
Galtieri, calificado por el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan como “el general majestuoso”, sobrevivió a la derrota de las Malvinas (14 de junio de 1982) y a las demandas por torturas, desapariciones y muertes durante su mandato (del 22 de diciembre de 1981 al 17 de junio de 1982).
Degradado
El “informe Rattenbach” de 1982, ordenado por el entonces jefe del Ejército, Cristino Nicolaides, para esclarecer la actuación de Galtieri en las Malvinas, recomendó que fuera “degradado y fusilado”, pero el Ejército no llegó a tanto y fue condenado a 12 años de prisión militar.
El presidente peronista Carlos Ménem lo indultó en 1989 a pesar de que la sentencia aún no había sido confirmada por la Corte Suprema y tras permanecer cinco años y medio en prisión.
El 12 de junio del 2001, el juez federal Claudio Bonadío dispuso su detención por la desaparición de militantes montoneros en los años 80, por lo que cumplía prisión en su domicilio.
Galtieri, del que se señaló su afición al whisky y a las poses grandiosas, tampoco pudo salir de la Argentina debido a que el magistrado español Baltasar Garzón dictó en 1997 prisión provisional incondicional y libró en su contra órdenes de detención internacional en una causa que investiga la muerte de tres españoles.
En los últimos años, el expresidente de facto fue objeto de numerosos actos de repudio protagonizados por organizaciones de derechos humanos y excombatientes de las Malvinas.
“Murió sin decirnos dónde están los cuerpos de nuestros hijos”, expresó con amargura Laura Bonaparte, una Madre de Plaza de Mayo que aún busca respuesta a la desaparición de siete familiares durante los años de la dictadura militar (1976-83).
Galtieri fue el símbolo de esos años tan oscuros para Argentina.