Santiago, AFP. El ex secretario del Partido Comunista de Chile Luis Corvalán, uno de los principales promotores del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, falleció este miércoles a los 93 años en su domicilio de Santiago de Chile, informaron sus allegados.
"Fue un luchador desde muy joven", aseguró el diputado del partido comunista Guillermo Teillier. "Siempre se daba mañana para buscar los acuerdos con la gente", agregó.
Detenido tras el golpe militar de Augusto Pinochet en septiembre de 1973 contra el gobierno de Allende, Corvalán fue relegado al campo de concentración de la austral isla Dawson junto a otros dirigentes de la Unidad Popular, y luego trasladado a los centros de tortura de Ritoque y Tres Álamos.
El dirigente comunista fue liberado en una absolución de 200 presos políticos que Pinochet concedió en 1976 tras una fuerte campaña internacional, y en la que Corvalán fue canjeado por el disidente soviético Vladimir Bukovsky.
El intercambio se produjo en Zurich (Suiza) a petición del dictador chileno, y permitió que el escritor disidente fuera liberado de la cárcel y que Corvalán fuera asilado en la Unión Soviética.
Era "un hombre de ideas, un estalinista convencido, un hombre muy conocido en Rusia", declaró el miércoles Bukovski a la agencia RIA Novosti. "Yo no lo conocía (...) En el momento del canje no pudimos encontrarnos, como lo deseaba la parte soviética", dijo.
Corvalán, que había encabezado a los comunistas chilenos entre 1959 y 1989, y fue electo senador en el período 1961-69 y 1969-1977, retornó a Chile en 1988, donde participó en la transición a la democracia.
"Se mantuvo fiel a sus ideas y dirigió el Partido Comunista chileno hasta los últimos días de su vida", añadió Bukovski.
Apodado como "Lucho" o "patitas cortas" en la etapa de la Unidad Popular, Corvalán fue amigo del líder cubano Fidel Castro, del revolucionario argentino-cubano Ernesto Che Guevara, y de su compatriota y camarada poeta Pablo Neruda. También ejerció como profesor, político y periodista.
La abogada de derechos humanos Carmen Hertz pidió "recordarlo como lo que fue: un hombre que contribuyó a que la sociedad chilena fuera más democrática, más justa, más solidaria. Hay que recordarlo como un republicano distinguido, de grandes convicciones solidarias y democráticas".