Un militante islámico vinculado a la red terrorista al-Qaeda, de Osama bin-Laden murió en un operativo militar, confirmó ayer el ejército de Argelia.
En una transmisión radial, los militares manifestaron que Nabil Sahraoui, su mano derecha y un “buen número de sus aliados murieron en un operativo del ejército”.
La muerte de Sahraoui, líder de la organización armada conocida como GSPC, representa una importante victoria para los esfuerzos del gobierno de frenar el terrorismo islámico.
Sahraoui asumió el liderazgo del grupo en el 2003 y declaró su alianza con al-Qaeda en setiembre.
Argelino de entre 35 y 40 años, Sahraoui tenía reputación de ser una persona cruel, impulsada en parte por una campaña de crímenes que dirigió contra el Ejército Islámico de Salvación después de que el grupo insurgente llamó a un cese de fuego con el gobierno en 1997.
Estado islámico
Sahraoui asumió el liderazgo del GSPC en reemplazo de Hassan Hattab, considerado como demasiado moderado por los miembros del grupo.
El GSPC es uno de los movimientos que lucha para instaurar un estado islámico en Argelia.
Fue creado en 1998, tras separarse del radical Grupo Armado Islámico.
Se culpa a ambos grupos de la muerte de 120.000 argelinos desde 1992.
Ese año, el gobierno militar canceló las elecciones legislativas para impedir que un partido islámico asumiera el poder, impulsando la insurgencia.
Ambos grupos han realizado ataques con bombas, violaciones y masacres, pero el GSPC ha conseguido que parte de la población lo perdone al renunciar a la violencia contra civiles y limitando sus ataques a objetivos del gobierno, entre ellos policías y soldados.
Informes publicados por los diarios dijeron que Sahraoui y su mano derecha, conocido como Okacha le Para, murieron el jueves.