
RABAT (AFP) - Las organizaciones políticas y los intelectuales islamistas marroquíes están a favor de un diálogo con los detenidos condenados por terrorismo y consideran insuficiente el enfoque limitado a la seguridad, después de las recientes explosiones registradas en Casablanca.
El Partido Justicia y Desarrollo (PJD), una organización islamista legal que tiene 42 diputados, propuso "un plan global" que incluye fundamentalmente la lucha contra "la miseria social", alentar al islam moderado y una "apertura de un diálogo con los yihadistas arrepentidos".
"Los más capaces para tener éxito en las conversaciones con los sectores que apoyan una ideología extremista son los que la habían respaldado antes de abandonarla, pero estos últimos se encuentran en las prisiones", afirmó esta semana Mustafá Ramid, diputado del PJD en una entrevista publicada por el diario Attayid.
Mustafá Ramid, abogado de numerosos islamistas, también preconiza un "debate nacional" sobre el terrorismo, con la participación de todos los integrantes del sector político marroquí. "Sólo ese diálogo podrá liberar los caminos a seguir", afirma.
Siete kamikazes murieron los días 11 de marzo y 10 y 14 de abril en varias explosiones en la capital económica del reino.
Abdelali Hami Eddin, un dirigente del Foro Karama en favor de los derechos humanos, vinculado a los islamistas, recomienda también "la apertura de un diálogo con los detenidos yihadistas, tal como se hizo en Egipto" al final de los años '90 con los líderes de la Jamaa Islamiya. Estos últimos anunciaron luego que renunciaban a la venganza.
"En las explosiones de Casablanca hay que leer un mensaje de venganza dirigido a la policía, debido a que numerosos detenidos fueron torturados luego de los atentados de 2003", declaró a la AFP este profesor de la Universidad de Tanger (norte).
Después de 2003, las autoridades arrestaron a más de 2.000 islamistas, de los cuales 1.087 fueron condenados a diversas penas, 56 a cadena perpetua y 17 a la pena de muerte, según las cifras oficiales.
La principal asociación islamista marroquí, Al Adl Wal Ihssan (Justicia y beneficencia), tolerada por las autoridades, también propuso un diálogo.
El fenómeno de los kamikazes, que "refleja un desprecio de la vida y una apología de la muerte negada por el islam, se debe a la injusticia social que conduce a la desesperación", sostuvo su portavoz Fathallah Arsalan.
"Yo no absuelvo a Al Qaida de lo que sucedió, ella explota un terreno fértil y el Estado no resuelve los problemas de los jóvenes y no permite que los movimientos moderados los integren", explicó.
Sin embargo, Arsalan destaca que su asociación se niega a apoyar al sistema político actual. "Es inútil participar en el juego democrático en el marco de una Constitución que deja todos los poderes en manos del rey y pocos poderes al primer ministro", exclama.
© 2007 AFP