Al menos 237 personas perdieron la vida en los tres municipios afectados: Nova Friburgo, Teresópolis y Petrópolis, donde barrios enteros sucumbieron a ríos de agua y lodo debido a las devastadoras lluvias.
El saldo se disparó a última hora de ayer cuando se dieron a conocer los estragos en Nova Friburgo, 140 km al norte de Río de Janeiro, donde 97 personas perdieron la vida, detallaron los Bomberos a la TV Globo.
Entre los fallecidos, tres eran bomberos que murieron mientras realizaban un rescate en la ciudad, que estuvo sin comunicaciones durante toda la jornada.
En Teresópolis, 100 km al norte de Río de Janeiro, al menos 122 personas fallecieron, confirmó una portavoz de la alcaldía.
Al iniciarse la noche, “los equipos de Defensa Civil están suspendiendo las búsquedas porque no hay iluminación en los locales. El rescate de los cuerpos continuará mañana (hoy)”, informó la representante local.
En Petrópolis, otra ciudad de la región serrana de Río de Janeiro, murieron al menos 18 personas, informó una portavoz de la alcaldía, que indicó que el número de fallecidos puede llegar a 40 una vez sean rescatados los cuerpos.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sobrevolará hoy los municipios afectados, informó la Agencia Brasil (estatal).
“Es una gran catástrofe, una gran calamidad”, manifestó el alcalde de Teresópolis, Jorge Mario Sedlacek.
El área serrana de Río, con montañas de más de 2.000 metros, es una zona turística favorita de los cariocas que huyen del calor del verano playero, pero en unas pocas horas se transformó en un paisaje de destrucción y muerte con ríos desbordados y automóviles y casas arrastradas.
Decenas de puentes, carreteras y calles fueron destruidos en esos municipios, que amanecieron sin luz ni teléfono en varias zonas y donde los servicios de rescate se abrían penosamente camino en busca de sobrevivientes y cuerpos en muchas zonas aisladas.
La población de la tercera ciudad de Australia, Brisbane, afrontó ayer nuevas riadas generadas por las inundaciones que afectan al estado de Queensland, donde han muerto al menos 12 personas y hay 200.000 damnificados.
En Sri Lanka, 16 personas han muerto y casi un millón han resultado afectadas por las inundaciones que se registran en los últimos días en el este y el centro del país, informó ayer el Gobierno ceilanés.
En Filipinas, en lo que va de la semana han muerto siete personas por las inundaciones en Samar, la tercera isla más grande del país.
Otras siete personas se dan por desaparecidas, arrastradas por las corrientes o sepultadas en deslizamientos de tierras.
Entre tanto, al menos 11 personas resultaron muertas el martes en el centro de Mozambique debido a los rayos de una fuerte tormenta caída sobre la zona, que también destruyó al menos un centenar de viviendas.
En Alemania, las autoridades advirtieron ayer del peligro de una nueva crecida del río Rin, que el fin de semana causó inundaciones cerca de Duisburgo y Colonia.
Por otra parte, una tormenta invernal complicó ayer el tránsito por carretera, tren y aire en la costa oriental de Estados Unidos, especialmente en Nueva Inglaterra, donde se salieron de la carretera centenares de vehículos y cerraron los comercios y escuelas.
En Connecticut, donde cayeron más de seis centímetros de nieve en algunos lugares y seguía nevando, la Policía estatal respondió a unos 900 percances automovilísticos causados por la nevada. No hubo informaciones de muertes.