
Teherán. DPA. El partido Kadima del primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el socialdemócrata Partido Laborista, las dos principales fracciones parlamentarias, firmaron ayer un acuerdo que allana el camino a un gobierno de coalición, tres semanas después de intensas negociaciones.
El acuerdo de coalición se logró luego de una reunión entre Olmert y el jefe de los laboristas, el exlíder sindical Amir Peretz, en la que se resolvieron las últimas diferencias pendientes.
En el nuevo gobierno, el Partido Laborista tendrá a su disposición siete ministerios (Defensa, Educación, Infraestructura, Agricultura y Turismo y dos ministros sin cartera).
Sin embargo, Peretz, quien en un principio solicitó el Ministerio de Finanzas, ya que su campaña se centró en cuestiones socioeconómicas, sería designado en el Ministerio de Defensa, una cartera estratégica en Israel.
Kadima estaba ayer a punto de cerrar otro acuerdo de coalición con el ultraortodoxo Partido Shas, que ocuparía las carteras de Comunicación y Comercio e Industria.
Las posibilidades de que la agrupación ultranacionalista Nuestra Casa Israel se sumara a la coalición eran mínimas ayer, por lo que Olmert consideraba renovar las conversaciones con el partido Meretz.
El miércoles, Kadima también firmó un acuerdo con el Partido de los Jubilados.
Kadima fue la fracción más votada en las elecciones del 28 de marzo, con 29 legisladores, mientras que los laboristas quedaron en segundo lugar con 19 de las 120 bancas de la Knesset (Parlamento).
Olmert anticipó que quiere formar una coalición lo más amplia y estable posible, para poder concretar su plan de retirada de amplias zonas de Cisjordania.
Invitación. En ese sentido, ayer el presidente palestino Mahmud Abas anunció que ofrecerá a los líderes israelíes reanudar las negociaciones de paz, una vez que formen su nuevo gobierno.
Según Abas, la Organización para la Liberación de Palestina sigue teniendo el mandato para negociar el conflicto del Medio Oriente, por haber firmado todos los acuerdos previos con Israel.
Hamás, que en los comicios parlamentarios de enero desalojó del poder a Fatá, el partido de Abas, se ha negado a renunciar a la lucha armada, a reconocer al Estado judío y a aceptar los pasados acuerdos de paz.
Olmert ha declarado al nuevo gobierno palestino, liderado por el grupo fundamentalista islámico Hamás, una entidad enemiga. No obstante, está dispuesto a dialogar con Abas, un moderado.
Olmert aclaró que no piensa tener conversaciones de paz con representantes de Hamás.