Los magistrados antiterroristas Marc Trevidic y Nathalie Poux estarán en Kigali a partir del sábado con el objetivo de determinar las condiciones en las cuales el avión Falcon 50 en que viajaban los presidentes ruandés y burundés fue derribado cuando estaba a punto de aterrizar en la capital ruandesa.
Según fuentes cercanas a las investigaciones, los dos jueces permanecerán una semana en Ruanda.
El genocidio de 800.000 personas, en su mayoría de la minoría tutsi, desembocó en la ruptura de relaciones entre Ruanda y Francia en noviembre de 2006 luego de que la justicia francesa dictara órdenes de captura contra nueve allegados al actual presidente ruandés Paul Kagame.
Cuatro años después, los investigadores franceses siguen sospechando de la rebelión tutsi del Frente Patriótico Ruandés (FPR), entonces dirigida por Kagame, de estar detrás de aquel atentado.
Las relaciones entre ambos países fueron reanudadas y por esa razón los jueces decidieron viajar a Kigali, acompañados por policías franceses y abogados de los querellantes civiles familiares de víctimas.
La justicia francesa es competente en este caso debido a que la tripulación del avión era francesa.
El gobierno ruandés creó una comisión investigadora que responsabilizó del atentado a extremistas de las Fuerzas Armadas Ruandesas (FAR) conocidos como “Hutu Power” que querían deshacerse del presidente Habyarimana para facilitar un golpe de Estado.
El día del atentado, el 6 de abril de 1994, Juvenal Habyarimana volvía de una cumbre en Tanzania para reactivar los acuerdos de paz de Arusha de 1993 que prevían un gobierno de transición y la integración de militares del FPR en el ejército ruandés bajo supervisión de la ONU.