Jerusalén. Israel suspendió ayer la búsqueda de cadáveres o posibles sobrevivientes entre los escombros de un salón de fiesta que se desplomó en Jerusalén, dejando al menos 23 muertos, dijo el ejército israelí.
El mayor general, Gabi Ofir, dijo que las autoridades creen que todos los cadáveres de las víctimas ya fueron recuperados y que no había más sobrevivientes entre los escombros.
"Decidí que era tiempo de parar (la operación) dados los riesgos de las tareas de rescate y la poca probabilidad de que haya alguien dentro (del edificio)", dijo el general a los periodistas.
El jefe de la policía de Jerusalén, Mickey Levy, indicó que la policía todavía continuaba investigando el paradero de dos trabajadores extranjeros.
El piso superior del salón de fiesta Versailles, en Jerusalén, se desplomó la noche del jueves durante la celebración de una boda, convirtiéndose en el peor desastre civil registrado en la historia de Jerusalén en 53 años.
La policía israelí dijo que al menos 23 personas murieron y otras 300 resultaron heridas.
Antes de que se suspendiera la búsqueda varios funcionarios dijeron que no abandonaban la esperanza de encontrar sobrevivientes a pesar de que los perros rastreadores y los detectores no habían localizado a nadie con vida entre los escombros.
"Mantenemos la esperanza de encontrar gente. Podría llevarnos otro par de días, quizá menos, hasta que lleguemos al piso de abajo. Estamos hablando de entre 12 y 15 personas que podrían seguir desaparecidas", señaló el portavoz del ejército, Adir Haruvi.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, calificó el derrumbe como un "desastre nacional" y dijo que su gabinete estudiará la posibilidad de abrir una investigación en torno al accidente.
Mientras los trabajadores sacaban escombros, los israelíes empezaron a mostrar su malestar por lo que consideraban una construcción defectuosa.
Uno de los asistentes a la fiesta, Shlomi Srur, manifestó que le había comentado a su hijo durante la celebración: "El suelo está temblando, hay algún problema. Tengo un mal presentimiento". A los pocos minutos, su mujer y dos de sus hijos quedaron atrapados entre los escombros y murieron.