
Dublín. AFP Irlanda, hundida por su déficit, admitió hoy que mantiene contactos internacionales sobre la situación económica del país, pero negó haber solicitado ayuda financiera exterior cuando aumenta la presión sobre Dublín para que acepte fondos de la Unión Europea (UE).
El gobierno irlandés trata de convencer desde hace días de que puede solucionar solo la crisis, debido en parte a que cualquier intervención exterior podría ser considerada como una cesión de soberanía en un contexto político interno ya de por sí muy tenso.
“Continúan las conversaciones en curso a un nivel oficial con colegas internacionales a la luz de las condiciones actuales del mercado”, declaró un portavoz del ministerio de Finanzas, quien insistió sin embargo en que Irlanda no ha hecho ninguna solicitud de ayuda exterior.
“Tenemos que resolver nuestro propio problema”, afirmó por su parte en una entrevista radiofónica el secretario de Estado irlandés de Asuntos Europeos, Dick Roche tras intensas especulaciones sobre un recurso inminente de Irlanda al fondo de rescate europeo.
La delicada situación de las arcas públicas irlandesas suscita sin embargo inquietud para la estabilidad financiera del conjunto de la eurozona, según admitió hoy un portavoz de la Comisión Europea, aunque al mismo tiempo reafirmó que no prevé un plan de rescate para Dublín.
“Sí, estamos en contacto con las autoridades irlandesas. Sí, hay inquietud en la zona euro sobre la estabilidad financiera en el conjunto de la región”, admitió el portavoz. “Pero decir que se está presionando a Irlanda (para que recurra) a un mecanismo (de rescate) es una exageración”, agregó.
Según varios medios británicos, ayer hubo conversaciones de emergencia en Bruselas sobre las condiciones de una ayuda europea a Irlanda que podría alcanzar los $122.000 millones.
Los países de la eurozona también se preocupan de un posible contagio de la situación irlandesa a países como Portugal o España.
“No querría dar lecciones al gobierno irlandés, pero quiero creer que decidirá lo que es más adecuado tanto para Irlanda como para el euro”, aseguró el ministro portugués de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, instándole indirectamente a aceptar la ayuda, en una entrevista con la agencia Dow Jones.
Los bonos irlandeses se estabilizaban hoy a 8,152%, en la estela de una declaración tranquilizadora de cinco ministros de Finanzas europeos el viernes en el marco del G20.
Las tasas de los bonos irlandeses se dispararon la semana pasada hasta niveles sin precedentes en medio de temores de los inversores de que el país no pueda controlar un déficit de 32% de su Producto Interior Bruto (PIB).
El portavoz del ministerio de Finanzas reafirmó hoy que Irlanda está totalmente financiada hasta mediados del 2011 y no necesita recurrir a los mercados hasta entonces.
Pero incluso si Irlanda no debe financiarse inmediatamente, la tensión sobre su deuda soberana tiene una influencia sobre otros países de la eurozona cuyas tasas se disparan también en consecuencia, señalan los analistas.
Algunos estiman también que el coste exorbitante del rescate bancario (unos $68.000 millones) podría aumentar y obligar a Dublín a pedir prestado antes de los previsto.
Este aumento de tensión sobre Irlanda se produce cuando el gobierno debe presentar el 7 de diciembre al Parlamento un presupuesto enmarcado en un plan cuatrianual de austeridad.
Además, el impopular gobierno de centroderecha dispone de una corta mayoría en el parlamento que podría reducirse todavía más.
En este contexto, varios ministros anunciaron querer proteger la soberanía del país, menos de un siglo después de independizarse del Reino Unido.
“La soberanía de este país se ganó con esfuerzo y este gobierno no va a cederle esa soberanía a nadie”, aseguró este fin de semana el ministro de Empresa Batt O'Keefe.