Caracas. Caracas y amplias regiones de Venezuela volvieron a quedar a oscuras este lunes por un masivo apagón –el cuarto en lo que va de este año–, que a la vez colapsa servicios básicos como el suministro de agua potable y la telefonía.

La falla dejó sin electricidad a gran parte de Caracas desde las 4:41 p. m. (2:41 p. m. hora costarricense), mientras que ciudadanos en redes sociales reportaron cortes en gran parte de los estados del país.

En horas de la noche, el gobierno de Nicolás Maduro vinculó la suspensión del servicio con un “ataque de carácter electromagnético” que tuvo impacto nacional, y prometió restablecer el servicio eléctrico en el “menor lapso posible”.

“Los primeros indicios recibidos de la investigación en el bajo Caroní (región del sur de Venezuela) orientan a la existencia de un ataque de carácter electromagnético que buscó afectar el sistema de generación hidroeléctrica de Guayana”, indicó un comunicado leído por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, en la televisora estatal VTV.

En Guayana, en el sur del país, está la central hidroeléctrica de Guri, fuente de 80% de la energía que consume el país. El texto leído por Rodríguez reconoce la magnitud del corte como “un evento nacional”.

Según el texto, las autoridades trabajaban en las labores de reconexión de la energía.

A principios de marzo, un gigantesco apagón paralizó Caracas y el resto de los 23 estados de Venezuela durante una semana, derivando en graves fallas de los servicios de agua y telecomunicaciones, y obligando a suspender la jornada laboral y las clases.

La atención hospitalaria también se vio afectada por ese incidente y otro más que se registró días después. La oposición denunció entonces una veintena de muertes por problemas en la atención en centros médicos.

Con el apagón de este lunes, los semáforos quedaron fuera de servicio en Caracas, lo que generó grandes embotellamientos, al tiempo que ríos de personas caminaban por las aceras ante el cierre de estaciones del servicio de metro.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro atribuyó el apagón de marzo a “ataques terroristas” contra la central hidroeléctrica de Guri (estado de Bolívar, sur), que genera 80% de la electricidad que consume el país, y culpó a la oposición y a Estados Unidos.

En abril se registró otro corte que dejó a oscuras a gran parte del territorio, prolongándose por unas horas.

Enojo de la gente

Los ciudadanos no ocultaron este lunes su malestar por quedarse sin electricidad.

“Siento indignación. No se hicieron los correctivos necesarios y es más de lo mismo. Cuidado si este (corte) no es peor que los anteriores”, expresó Eurimar Güere, de 36 años, tras salir de su oficina en el este de la capital.

“Es lo mismo de siempre”, se lamentó Alberto Llano, comerciante de 28 años.

“Esto me parece horrible. Esto es un desastre”, afirmó Reni Blanco, una educadora de 48 años, mientras caminaba junto a cientos de personas por una acera de una avenida del este de la capital.

Blanco atribuyó la nueva falla eléctrica “al descuido del gobierno y la falta de inversión”.

“Ya es hora que esta gente se vaya”, expresó José López, un vendedor de 52 años. “Ya tenemos tiempo con esto, de marzo, y no lo solucionan nada”.

Los apagones son habituales en Venezuela, en especial en la zona occidental. El gobierno suele achacarlos a sabotajes, mientras que la oposición y especialistas lo responsabilizan por falta de inversión en infraestructura, impericia y corrupción en medio de una grave crisis económica.

“Intentaron esconder la tragedia con racionamientos en todo el país, pero el fracaso es evidente: destruyeron el sistema eléctrico y no tienen respuestas”, reaccionó en Twitter este lunes el líder opositor Juan Guaidó, jefe del Parlamento y reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países.

Comercios cerrados eran una escena común a finales de la tarde este lunes, pues la falta de electricidad impide usar datáfonos para cobro con tarjetas de débito y crédito.

Estas son fundamentales en Venezuela debido a la escasez de dinero en efectivo por la rápida pérdida de valor de los billetes frente a la devaluación de la moneda local, el bolívar, y la hiperinflación.

Estas son fundamentales en Venezuela debido a la escasez de dinero en efectivo por la rápida pérdida de valor de los billetes frente a la devaluación de la moneda local, el bolívar, y la hiperinflación.

“Tengo hambre, quiero comer y no hay dónde pasar la tarjeta”, se quejó Hernán Montalvo.