Ecuador vivió jornada de horror tras asesinato de candidato presidencial

Quito. Una jornada de horror azotó a Ecuador este miércoles, una ráfaga de disparos segó la vida del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Este trágico suceso avivó las demandas de acción contra la creciente criminalidad que afecta al país.

“Fuimos testigos de una auténtica película de terror. Ráfagas de 30, 40 disparos resonaron en el ambiente, observamos a personas caer heridas, lamento confirmar que hay víctimas mortales, y con un profundo pesar informo sobre el asesinato de Fernando”, expresó Galo Valencia, tío del aspirante presidencial, en una rueda de prensa.

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En las instalaciones escolares que Fernando Villavicencio visitó previamente, sus seguidores se lanzaron al suelo en un acto desesperado por resguardarse de los proyectiles, mientras otros corrían buscando refugio. Las huellas de sangre quedaron marcadas en el suelo, testigos mudos de la tragedia.

Un miembro de la fuerza policial fue auxiliado por varios individuos tras quedar herido en el suelo. En medio del intercambio de disparos, un sospechoso resultó gravemente herido y posteriormente falleció mientras estaba bajo custodia de la Fiscalía.

“¡Fernando, tu valentía perdurará! ¡Fernando, vivirás en nuestra memoria eternamente!”, resonaron los lamentos consternados de los partidarios de Villavicencio, un destacado contendiente a la presidencia reconocido por sus denuncias de corrupción, en especial en contra del régimen del exmandatario Rafael Correa (2007-2017).

Los simpatizantes también arremetieron contra el exjefe de Estado, quien fue condenado en ausencia a ocho años de prisión después de que Villavicencio sacara a la luz una trama de sobornos ocurrida durante su gobierno.

“¡Correa, señalado como criminal!”, coreaban en medio de la escena, justo cuando un vehículo del servicio forense abandonaba las inmediaciones del centro médico.

En medio de un fuerte despliegue policial, familiares del aspirante de 59 años, quien ocupaba el segundo lugar en las encuestas detrás de la correísta Luisa González, según la firma Cedatos, llegaron para enfrentar el luto.

Villavicencio formaba parte de los ocho candidatos presidenciales en contienda para las elecciones generales anticipadas, programadas para el 20 de agosto.

“Emboscada fatal”

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Villavicencio estaba bajo custodia policial después de haber sido objeto de intimidaciones, supuestamente por parte de un líder de una organización delictiva vinculada al tráfico de estupefacientes.

Durante la semana previa, Villavicencio alertó en dos ocasiones sobre amenazas dirigidas a su vida y a su equipo de campaña.

“A pesar de estas nuevas amenazas, continuaremos nuestra lucha en favor de los valientes del #Ecuador”, tuiteó Villavicencio, quien ahora se hace llamar X en la plataforma, al denunciar los mensajes intimidatorios.

Respaldado por los movimientos Construye y Gente Buena, este periodista y exasambleísta perseguía por primera vez la presidencia de Ecuador.

“Por lo general, realizamos mítines en lugares cerrados precisamente debido al riesgo que afrontaba el candidato”, relató a la prensa su amigo Carlos Figueroa, con quien permaneció oculto en la selva durante un largo periodo para evadir una orden de arresto por difamar a Correa.

Villavicencio se encontraba en camino hacia su vehículo cuando se desencadenó el ataque, que dejó además nueve heridos, entre ellos una candidata a asambleísta y dos agentes policiales.

“Apenas 30 segundos después de que él cruzara la puerta de entrada, empezaron los disparos. Fueron numerosos y constantes”, detalló Figueroa, quien opinó que el candidato fue sorprendido en una “emboscada fatal”.

Valencia, por su parte, cuestionó la efectividad de la seguridad asignada a su sobrino.

“No logramos comprender la ausencia policial, la carencia de resguardo”, manifestó en tono indignado.

Añadió que el número de víctimas podría ser “considerable”, ya que las autoridades tuvieron que llevar a cabo una detonación controlada de un artefacto explosivo hallado en la zona.

Posteriormente, se detuvo a seis personas como sospechosas del ataque.

Las manifestaciones de pesar se extendieron a la provincia de Chimborazo (sur), lugar de origen de Villavicencio. Entre pancartas que llevaban su imagen y mensajes proclamando “Fernando Villavicencio para presidente”, sus seguidores exigían “justicia” en un clamor unísono.