La Paz. AFP. La prolongada huelga en Potosí, que incluye el corte de las vías de acceso a esa región del sur de Bolivia, podría poner en riesgo el turismo hacia el salar de Uyuni y, eventualmente, las gestiones para la explotación de litio por parte de varias compañías, entre ellas la francesa Bolloré.
El embajador de Francia en ese país, Antoine Grassin, reconoció que su país sigue con atención el movimiento de huelga. Entre otras razones, porque más de medio centenar de turistas atrapados hace una semana por el conflicto en la zona son franceses.
A causa de esta situación “tuvimos que poner a Bolivia, especialmente este departamento (Potosí) encima de la lista negra de los destinos turísticos en el sitio web del Ministerio” de Asuntos Extranjeros, dijo Grassin.
Pero no es solo interés turístico el que tiene Francia sobre esa zona. En Potosí se encuentra el salar de Uyuni, el cual alberga cerca de 100 millones de toneladas de litio, el 50% de las reservas mundiales de ese mineral.
La firma francesa Bolloré figura entre las compañías japonesas, chinas, brasileñas e iraníes que pretenden la explotación de litio. Bolloré planteó al gobierno un proyecto global de industrialización.
Según el diplomático, los inversores ya saben que deberán contar (en las negociaciones) no solamente con Comibol (la empresa minera estatal) y el Ministerio de Minería, sino con los movimientos sociales.
Para el embajador, la situación de inseguridad jurídica “no es solamente por una actitud del gobierno, que no tiene todos los hilos en su mano, eso es evidente”.
“Cuando uno habla de seguridad jurídica de las inversiones se refiere al hecho de que Bolivia ya no reconoce la jurisdicción del Ciadi (tribunal arbitral internacional). En este caso, vemos que el Estado no está solo actuando (sino también los movimientos sociales) y esto abre una inseguridad”, señaló.
Grassin consideró que esta situación podría perjudicar las negociaciones con Bolloré.