Ginebra. AFP. La malnutrición y el índice de mortalidad infantil aumentaron en las regiones más pobres de Asia y África, pese a los esfuerzos internacionales por remediar estos problemas, informó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si se mantienen las tendencias actuales, los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fijados por las Naciones Unidas (ONU) no serán alcanzados en el 2015, indicó un informe de la OMS.
"Aunque se realizaron progresos, hay muchos países -en particular los más desposeídos- que sufren un retraso en el plano de la salud", subrayó el director general de la OMS, Lee Jong-Wook.
Pasan hambre. El objetivo número uno es la reducción a la mitad del número de personas que pasan hambre y está lejos de ser alcanzado pues los países pobres sufren problemas crónicos de abastecimiento de alimentos.
Entre 1990 y el 2002, el número de personas que sufrieron desnutrición aumentó en 34 millones en África subsahariana y en 15 millones en el sur de Asia.
La proporción de niños desnutridos entre los menores de cinco años que viven en el sur, sureste y este de Asia pasó de 6 por ciento a 9 por ciento, mientras que en África no hubo variación y permaneció en 32 por ciento.
Más de la mitad de los niños del sur de Asia sufren de malnutrición, comparado con apenas un tercio en los países en vías de desarrollo.
"El crecimiento demográfico y una pobre productividad agrícola son las principales causas de la penuria alimentaria en estas regiones", indicó el informe.
El hambre tiende a concentrarse en zonas rurales donde viven quienes no poseen tierras y granjeros con parcelas pequeñas, que no producen suficiente para satisfacer sus necesidades.
Más muertes. Los objetivos de la ONU tampoco se están cumpliendo en cuanto a hacer disminuir la mortalidad infantil, cuyo índice aumentó considerablemente en el sur de Asia entre 1999 y el 2003, pues pasó de 90 a 126 muertes por cada 1.000 nacimientos.
De acuerdo con la OMS, los esfuerzos para reducir la malnutrición y asegurar una cobertura completa contra la diarrea, la neumonía y el paludismo resultaron insuficientes.
La ONU empezó a impulsar los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio en el 2000 e incluyen la erradicación de la extrema pobreza y el hambre, lograr la educación primaria universal y promover la igualdad de género.
Además, mejorar la salud materna, combatir el sida, la tuberculosis y el paludismo, entre otras enfermedades, así como asegurar el sostenimiento del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.