
Gaza. AFP y EFE El movimiento islamista palestino Hamás aplastó a un grupo radical salafista que desafió su autoridad en la franja de Gaza, durante una operación en Rafah que dejó 24 muertos.
Entre los muertos figuran el jefe del grupo extremista disidente, Jund Ansar Alá (Los guerreros de Dios), Abdelatif Musa, así como su lugarteniente, Abu Abdula As Suri. Ese grupo salafista considera a Hamás demasiado moderado y defiende la aplicación de la sharia (ley coránica) en la franja de Gaza.
El salafismo es una tendencia reformista dentro del islam que busca el retorno a las raíces.
En los choques murieron también el jefe militar de Hamás para el sur de Gaza, Mohamed al Shamali, y cinco policías.
Los enfrentamientos empezaron el viernes tras la oración semanal en Rafah, en la frontera con Egipto, y se extendieron hasta la madrugada de ayer.
Testigos precisaron que Musa proclamó ante los fieles reunidos en la mezquita la formación de un “emirato”, desafiando la autoridad de Hamás.
Rafah es el bastión en la franja de Gaza del movimiento salafista, cuya ideología es afín a la de la red terrorista al Qaeda.
Estos incidentes fueron los más violentos en Gaza desde la operación militar lanzada por Israel contra el territorio en diciembre del 2008 para acabar con los disparos de cohetes contra el Estado hebreo. En esa ofensiva, de tres semanas, murieron unos 1.400 palestinos.
El dirigente de Hamás, Ismail Haniya, había negado el viernes la existencia del grupo salafista y acusado a “los medios de comunicación israelíes de difundir esta información con la intención de volcar al mundo en contra de Gaza”.
Hamás acusó indirectamente ayer a los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina de colusión con “Los guerreros de Dios”.
Por su parte, la Autoridad Palestina rechazó la responsabilidad de lo ocurrido y lo considera como “consecuencia del golpe que dividió la patria y la ausencia de un Estado de derecho en Gaza”.