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La Paz. AFP. El gabinete del presidente socialista Evo Morales, con siete nuevos ministros, tiene ahora un perfil menos indígena y más izquierdista.
El cambio obedece, probablemente, al objetivo del mandatario de profundizar las reformas económicas ya iniciadas, en un entorno de convulsión política por los enfrentamientos con la oposición.
El presidente Morales juramentó el martes por la noche a un remozado gabinete de 16 miembros con siete nuevos ministros, entre ellos dos pertenecientes al marginal Partido Comunista (marxista-leninista), el ministro de Educación, Víctor Cáceres, y el de Trabajo, Wálter Delgadillo.
Cáceres, abogado y dirigente sindical, reemplaza al intelectual aymara Félix Patzy, quien timoneó un polémico proceso de educación laica, mientras que Delgadillo, un fabril exlíder de la matriz de sindicatos bolivianos, asumió la cartera de Trabajo en lugar del obrero Alex Gálvez.
El cambio en el gabinete fue recibido en general con satisfacción por la oposición, que saluda su carácter más técnico, aunque generó preocupación el hecho de que no se hubiera nombrado a ningún dirigente representativo de Santa Cruz, el departamento más poderoso del país, enfrentado con Morales por el tema de las autonomías.
Morales removió a casi la mitad del gabinete con el que comenzó a gobernar en enero del 2006, integrado por dirigentes sociales, indígenas y sindicales.
Además de las carteras de Educación y Trabajo, los cambios se dieron en Desarrollo Rural y Agropecuario, Planeación, Justicia, Interior y Obras Públicas.
Morales, que ratificó a los ministros de Hacienda, Desarrollo Económico e Hidrocarburos en un intento resuelto por mantener la línea de su política económica, dejó un solo alfil para tratar de resolver sus hondas diferencias con el gobernador y líderes civiles y empresariales de Santa Cruz, bastión de la oposición derechista a su administración.
Morales apostó a Jerjes Justiniano para reemplazar a Salvador Ric en Obras Públicas. Sin embargo en Santa Cruz, Justiniano no es visto como líder representativo.
Por otra parte, el opositor Samuel Doria Medina opinó que en el nuevo gabinete “hay aspectos positivos y negativos”.
