El Gobierno de Marruecos y el Frente Polisario alcanzaron un acuerdo de principio, bajo la mediación del antiguo secretario de Estado norteamericano, James Baker, que relanzará el proceso de referéndum por el cual los saharauis escogerán entre su independencia o su integración definitiva al reino de Marruecos.
Después de haber permanecido bloqueada por seis años la celebración de un referéndum, ambas partes acordaron que habrá una consulta en "los próximos 10 u 11 meses" en el Sahara Occidental, sobre su autodeterminación o la ampliación del territorio marroquí.
Esta fue la cuarta ronda de negociaciones directas auspiciadas por Baker, tras las celebradas en Lisboa y Londres y que culminaron con un consenso sobre el código de conducta que debe regir durante la campaña del referéndum y su celebración.
Al término de tres días de consultas, Baker anunció: "Hemos llegado a un consenso sobre casi todo lo que es necesario para que Naciones Unidas relance el proceso de referéndum."
El acuerdo será presentado en los próximos días a Kofi Annan, para que el Secretario General decida si lo acepta y lo comunica a la ONU "que tendrá la última palabra sobre cuándo y cómo se celebra la consulta".
"Se aprobó el código de conducta para el referéndum de autodeterminación, se reconoció la necesidad de la autoridad de las Naciones Unidas durante el proceso de transición y un documento principal sobre la verificación del proceso electoral", precisó Baker.
Nueva oportunidad
Ahmed Bujari, portavoz del Polisario y participante en las conversaciones de Houston, dijo que "la pregunta seguirá siendo la misma: independencia o integración al reino de Marruecos".
Contradicciones mantenidas entre las partes en cuanto al número y a la identidad de los votantes habían mantenido estancado el proceso de referéndum desde 1991 sobre el Sahara Occidental, un área de 286.000 kilómetros cuadrados. (Véase mapa adjunto.)
Desde el alto el fuego de setiembre de ese año, que debía dar paso a una consulta que se iba a celebrar en 1992, el proceso de paz en el Sahara, auspiciado por la ONU, estaba en punto muerto por la polémica entre Rabat y el Polisario sobre quién debe ser considerado saharaui a la hora de votar. Con el acuerdo alcanzado el martes por la noche, ambas partes convinieron en que podrán hacerlo 80.000 personas.
En declaraciones que publicó ayer la agencia oficial marroquí MAP, el primer ministro marroquí, Abdelatif Filali, manifestó: "Sobre la base de lo que se decidió desde la primera ronda y con la clausura de la última, yo creo que Marruecos puede mirar hacia el futuro de sus territorios con optimismo."
No se conoce la reacción que sobre el acuerdo haya podido suscitar entre los 21 campamentos saharauis instalados en la inhóspita región argelina de Tinduf, donde según la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados se asientan de 80.000 a 100.000 personas que pueden ser de origen saharaui.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, expresó su satisfacción por el convenio de Houston y felicitó la gestión mediadora de Baker.
Fuentes allegadas al diálogo indicaron que un factor que contribuyó a lograr el acuerdo ha sido la inminente salida de la misión de la ONU (MINURSO) de ese territorio, cuyo mandato expira el próximo día 30.
El Sahara Occidental era una colonia española y pasó a manos marroquíes en 1975 bajo el liderazgo de Hasán II.
Rico suelo
El conflicto del Sahara es, después del de Chipre, el segundo de más antigüedad de los que tiene pendientes la ONU. En el otoño de 1975, coincidiendo con la agonía de la dictadura de Francisco Franco, Hasán II, gobernante de Marruecos, desencadenó la Marcha Verde y se apoderó del territorio del Sahara Occidental, cuya posesión compartía con Mauritania. (Véase mapa anexo.)
De esa manera, Marruecos puso un abrupto término a la presencia colonial española en ese territorio.
Las reclamaciones territoriales de Marruecos sobre el Sahara tienen su razón de ser pues tal región es rica en fosfatos, lo que ha convertido a esa nación norafricana en el primer exportador de dichos minerales en el mundo.
Para el Frente Polisario, movimiento independentista que aboga por la autodeterminación de la antigua colonia española, un referéndum en favor de la independencia supondría crear, en el flanco Atlántico, el primer país árabe de lengua castellana.
El acuerdo de principio conseguido el martes entre Marruecos y el Frente Polisario, auspiciado por el exsecretario norteamericano de Estado James Baker, relanza el proceso de referéndum que había permanecido bloqueado desde 1991 y que mantiene la misma disyuntiva de entonces: independencia o integración en el reino de Marruecos.
Fuentes : Edición en internet del periódico español El País del 17 de setiembre, Almanaque Mundial 1994 y agencia EFE.