Jerusalén. La tensión es cada vez mayor entre la Autoridad Palestina y el movimiento radical islámico palestino Hamas, que se niega a poner fin a los atentados en Israel a pesar de las múltiples peticiones del presidente, Yaser Arafat.
El secretario de la presidencia palestina, Tayeb Abdelrahim, acusó ayer a la resistencia de Hamas de querer sustituir a la dirección palestina.
"La experiencia ha demostrado que el movimiento Hamas tiene su propio proyecto, que es diferente del proyecto nacional, e intenta sustituir a la dirección del pueblo palestino", indicó Abdelrahim.
"La dirección del Hamas en el exterior intenta desde hace tiempo debilitar a la Autoridad Palestina y destruir el proyecto nacional", agregó.
Por su parte, los líderes de Hamas respondieron así a la dirigencia palestina: "Quienes nos gobiernan deberían hacer las maletas, porque renunciaron a la resistencia y a defender al pueblo palestino", explicó el miércoles Jaled Mechaal, representante del grupo armado en Siria.
Presionado internacionalmente, después de un atentado suicida reivindicado por Hamas que costó la vida a 16 personas el pasado 7 de mayo cerca de Tel Aviv, Arafat ordenó a sus fuerzas de seguridad que "impidan los atentados terroristas cometidos por grupos palestinos contra civiles israelíes".
El fundador de Hamas, el jeque Ahmad Yassin, afirmó al diario árabe Al-Hayat que el movimiento decidió "continuar la resistencia usando todos los medios incluidos los atentados suicidas".
"Nadie escucha las peticiones de Arafat sobre el fin de la violencia porque Israel no da ninguna señal de querer parar su ofensiva militar", declaró el analista palestino Ghassan Jatib. El experto estimó que la principal divergencia entre la Autoridad y Hamas se refiere a la reanudación de las negociaciones de paz con Israel.