Sarkozy dijo que “se acerca el momento de explicar a los franceses la importancia de la alianza con Estados Unidos” para preparar a la opinión pública a la reintegración cada vez más probable de Francia en la estructura militar integrada de la Alianza Atlántica, de la que salió bajo mandato del Charles de Gaulle en 1966.
El presidente francés puso, sin embargo, una condición al decir que “Francia quiere renovar su relación con la OTAN pero como aliado independiente, un socio libre de EE. UU.”, y que conservará su fuerza de disuasión nuclear.
En este contexto, en abril se realizará un encuentro muy importante con motivo del 60º aniversario de la Alianza Atlántica en Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania).
Sarkozy confirmó, junto a la canciller alemana Ángela Merkel, que un batallón alemán de 600 soldados se estacionará en Illkirch, cerca de Estrasburgo.
Francia está muy “contenta y honrada de recibir el batallón, dijo y habló de “acto histórico” para la amistad de ambos países.