El presidente mexicano Vicente Fox sufrió un duro revés ayer cuando su partido perdió elecciones a diputados claves para destrabar reformas, en los primeros comicios federales desde su histórico triunfo sobre el hegemónico PRI en el 2000.
A las 10:30 p. m. de Costa Rica, el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtenía el 34 por ciento de los votos contra 30,5 por ciento del gobernante Partido de Acción Nacional (PAN), dijo el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg sobre la base de un conteo rápido.
El PRI “obtendría entre 222 y 227 diputados, el PAN entre 148 y 158, mientras que el PRD (Partido de la Revolución Democrática) entre 93 y 100 legisladores”, dijo Woldenberg con base en una muestra representativa de las actas oficiales del comicio.
En México 300 de los 500 diputados son elegidos de manera directa, en tanto que otros 200 se integran a la Cámara mediante votación proporcional.
El PRI también ganaba la gobernación de cuatro de los seis estados donde ayer hubo elecciones, incluido el norteño y rico de Nuevo León, un antiguo bastión del PAN, según encuestas hechas a la salida de las urnas.
Casi 65 millones de mexicanos estaban convocados a votar para renovar a los 500 diputados federales y elegir autoridades locales en diez estados del país.
Sin embargo, anoche se supo que el nivel de abstención llegaba al 59 por ciento.
Según los expertos, estas elecciones marcarán el rumbo político de México hasta el extremo de determinar el éxito o fracaso del mandato del presidente Vicente Fox, quien llegó al poder hace dos años y medio y puso fin a siete décadas de hegemonía del PRI.
Las elecciones transcurrieron en calma salvo algunos incidentes en el pueblo de San Salvador Atenco, al este de la capital, y en el sureño estado de Chiapas.
PRI triunfalista
En el comando central del PRI en Ciudad de México había expresiones triunfalistas, mientras que la dirigencia panista se mantenía cautelosa.
“El partido ha obtenido una importante victoria (...) Es la hora de los acuerdos. Invito al presidente (Fox), a su partido y a las demás fuerzas políticas a que nos pongamos de acuerdo para darle a los mexicanos más empleos, mayor seguridad y mejorar la economía”, dijo el líder del PRI, Roberto Madrazo.
El líder del PAN, Luis Felipe Bravo, reconoció anoche que las tendencias no favorecían al oficialismo y pronosticó que “durante los próximos tres años el Ejecutivo y el Congreso deberán de tender puentes firmes de ayuda”.
¿Por qué?
Según analistas, la votación reflejó el desencanto de la población con Fox, un exejecutivo de Coca-Cola que asumió en diciembre del 2000 en medio de grandes expectativas y prometiendo, además de crear empleos y que la economía crecería siete por ciento al final de su mandato.
“La gente le pidió a Fox hace tres años que el cambio lo quería rapidito, pero el Gobierno ha sido titubeante, sin un proyecto claro, por lo que la gente se regresó a donde estaba”, dijo Marcela Bobadilla, analista del Instituto Mexicano de Estudios Políticos.
La economía mexicana, segunda de América Latina, creció apenas 0,9 por ciento afectada por la desaceleración de su socio Estados Unidos y retrocedió 0,3 por ciento en el 2001.