
Un grupo vinculado a la red al-Qaeda decapitó a un civil estadounidense en Iraq y prometió realizar más ejecuciones en venganza por los abusos contra prisioneros iraquíes, según una cinta de video mostrada ayer en un cibersitio islámico.
La cinta, de mala calidad, mostró a un hombre vestido con un traje naranja y sentado en una silla de plástico en una habitación vacía con cinco encapuchados detrás de él.
“Me llamo Nick Berg, mi padre se llama Michael (...) tengo un hermano y una hermana, David y Sarah”, dijo el hombre que agregó provenía de Filadelfia.
Después de que uno de los encapuchados leyó una declaración, los hombres empujaron a Berg, que cayó al suelo, y gritaron: “¡Dios es grande!”, mientras uno de ellos decapitó a su víctima con un cuchillo grande y después sostuvo la cabeza en el aire.
Según el cibersitio, Abu Musab al-Zarqawi, un lugarteniente del líder de al-Qaeda, Osama bin-Laden, fue el hombre que decapitó a Berg. La declaración leída antes de la ejecución fue firmada por Zarqawi y fechada 11 de mayo.
Un funcionario del Departamento de Estado norteamericano dijo ayer que en Bagdad se había encontrado el cadáver de un ciudadano estadounidense identificado como Nick Berg.
Según el funcionario, Berg no tenía vínculos con el ejército de Estados Unidos o el Departamento de Defensa, pero no dio más detalles al respecto.
“Era un civil estadounidense que no estaba vinculado con ningún contrato militar”, dijo el funcionario, quien no quiso ser identificado.
No se pudo verificar de inmediato la autenticidad de la cinta en el sitio de Internet del grupo Muntada al-Ansar Islamist.
Protesta por fotos
Las fotografías difundidas por el mundo, donde se muestran a soldados estadounidenses y británicos abusando de prisioneros iraquíes desnudos en la prisión de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, han provocado la ira internacional y se han convertido en un obstáculo grave para los intentos de estabilizar Iraq.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, han pedido disculpas por los abusos y han prometido que castigarán a los responsables.
El gobierno estadounidense recibió con indignación el asesinato de Berg, y manifestó que sus autores serán capturados y llevados ante la justicia.
Castigo seguro
“Nuestros pensamientos y nuestras oraciones están con sus familiares”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Scott McClellan.
El video “demuestra la verdadera naturaleza de los enemigos de la libertad. No tienen la menor consideración para la vida de los hombres, mujeres y niños inocentes. Capturaremos a los responsables y los llevaremos ante la justicia”, sostuvo.
Por su parte, la familia de Berg se declaró destrozada por el asesinato del joven, quien había desaparecido hace un mes en Iraq.
En un comunicado leído en su residencia de West Chester, a unos 25 kilómetros de Filadelfia (Pensilvania), la familia de Berg describió por boca de un portavoz, Bruce Hauser, al joven, de 26 años, como “un muchacho estupendo”.
“La familia está destrozada por la pérdida y quiere extender sus condolencias a otras familias que también han sufrido”, declaró.