
PARIS (AFP) - El ex primer ministro francés Dominique de Villepin fue inculpado el viernes en el gran escándalo político-financiero Clearstream, que tuvo como principal objetivo al presidente Nicolas Sarkozy, y se le prohibió entrevistarse con el ex jefe de Estado, Jacques Chirac.
Villepin, de 53 años, fue acusado de "complicidad en denuncia calumniosa, ocultamiento de robo y abuso de confianza, complicidad en uso de documentos falsos" por los jueces Jean-Marie d'Huy y Henri Pons, que instruyen este expediente político-judicial convertido en asunto de Estado.
Asimismo, el ex primer ministro fue puesto bajo control judicial y se le prohibió reunirse con los principales protagonistas del escándalo así como con Chirac, quien fue considerado durante un tiempo como mentor de Villepin y cuyo nombre es citado en repetidas ocasiones en el expediente judicial.
El inculpado apeló la orden de control judicial, que prevé además el pago de una fianza de 200.000 euros, según fuentes próximas al caso.
"Quiero reiterar que en ningún momento solicité una investigación sobre personalidades políticas, que en ningún momento participé en ninguna maniobra política", afirmó el viernes ante la prensa el ex jefe de gobierno francés tras su inculpación.
Sarkozy, de 52 años, cree que fue víctima de una conspiración destinada a sabotear su carrera, y no ocultó sus sospechas sobre Villepin, su rival en la derecha que durante mucho tiempo fue presentado como el delfín del ex presidente Chirac.
El caso Clearstream, que data de 2004, estaba destinado a desacreditar a varias personalidades a quienes se acusó de haber recibido sobornos a través de la empresa de compensación luxemburguesa Clearstream, en ocasión de una venta de fragatas francesas a Taiwán. El nombre de Sarkozy apareció durante las investigaciones en documentos falsificados.
Villepin, quien fue ministro de Relaciones Exteriores y de Interior antes de convertirse en primer ministro en 2005, fue acusado por varias personas involucradas en este caso.
Parece probado que habría encargado investigaciones paralelas, fuera de todo marco judicial. Aparentemente, también presionó al "delator" del falso caso de corrupción, su amigo Jean-Louis Gergorin, ex vicepresidente del grupo de defensa EADS, para que enviara anónimamente a la justicia las listas con los nombres de las personalidades que "aceptaron" los sobornos.
Pero en esta etapa persisten dos preguntas fundamentales para determinar el grado de responsabilidad de Villepin. ¿Sabía que las listas habían sido falsificadas? Y si era así, ¿alentó de una manera u otra la introducción del nombre de Sarkozy?
En diciembre pasado ya fue interrogado durante 17 horas por los jueces, aunque por entonces parecía no estar implicado en el asunto.
Sin embargo, a fines de junio se descubrieron notas informáticas del general Philippe Rondot, un alto funcionario de inteligencia a quien Villepin había pedido secretamente que investigase, lo que reactivó el caso.
A partir de ese descubrimiento, los dos jueces efectuaron registros en el domicilio y las oficinas de Villepin, antes de convocar al ex jefe de gobierno.
Chirac, cuyo nombre también aparece en las notas del general Rondot, anunció el 22 de junio que no presentaría testimonio ante la justicia "sobre hechos acaecidos o conocidos durante su mandato" (1995-2007), debido a su inmunidad presidencial.
© 2007 AFP