Holanda reaccionó con espantada indignación ayer al descubrir en Zandvoort (oeste) una vasta red internacional de pedofilia, que difundía por Internet imágenes de violaciones de niños e incluso de bebés.
La red tendría ramificaciones en Israel, Alemania, Estados Unidos y Rusia, según la cadena de televisión holandesa VARA, que reveló el caso.
"No hacemos ningún comentario y no damos ningún detalle sobre el caso, pero podemos confirmar que se está realizando una investigación", declaró el portavoz de la policía en Bloemendaal, Jaap Hagen.
Según VARA, los investigadores privados de una asociación belga de lucha contra la pedofilia, Morkhoven, descubrieron en el domicilio de uno de los miembros holandeses de la red, G. Ulrich, miles de fotografías grabadas en disquetes de ordenador, que muestran violaciones de niños.
Ulrich apareció muerto recientemente en Roma. Su presunto asesino, cuya identidad no fue revelada, está encarcelado actualmente en Italia y estaría vinculado con la red, según el canal holandés.
VARA afirmó que tiene en su poder algunas de las fotos de la red, pero que no las mostrará debido a la cortísima edad de las víctimas, algunas de la cuales tenían entre 12 y 15 meses, según un portavoz de Morkhoven, Marcel Vervloesem, citado por el diario holandés Telegraf.
Un psiquiatra infantil holandés aseguró a la radio pública NOS que "jamás ha visto fotografías tan horribles y abominables" de los menores violados, los que probablemente habían sido sedados.
Nexo alemán
Según una fuente cercana a la investigación citada por Telegraf, el carácter internacional de la red parecía innegable por lo que tendrán que investigar más allá de Holanda.
"Las fotos, producidas en diferentes lugares del planeta, eran difundidas en Internet a clientes asiduos residentes en diferentes países", declaró por su parte Vervloesem.
Según el diario alemán Berliner Morgenpost, los miembros de Morkhoven habrían encontrado en el domicilio de Ulrich listas de contactos en las que figuran "muchas dirección berlinesas".
La red fue descubierta a raíz de las investigaciones destinadas a encontrar a un joven alemán desaparecido en Berlín en 1993, cuando tenía doce años, precisó el diario.
Pocos meses después, el niño desaparecido, Manuel Schadwald, fue visto por testigos en Rotterdam en compañía de un ciudadano alemán, Lothar Glandorf, sospechoso de explotar niños en un prostíbulo de la ciudad.
El caso Schadwald no fue aclarado hasta ahora, pero en octubre de 1997 Lothar Glandorf fue condenado en Holanda a seis años de cárcel por trata de seres humanos y ultraje al pudor de menores.