
Beber una infusión natural aporta antioxidantes al organismo. El consumo diario favorece la elasticidad de la piel frente al paso del tiempo y apoya la producción de colágeno, una proteína clave que disminuye con los años.
El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano. Aporta beneficios a la piel, el cabello, los huesos y los músculos. Con el envejecimiento, su producción baja de forma progresiva. Este proceso provoca pérdida de firmeza en los tejidos y favorece la aparición de líneas de expresión. Para estimular su síntesis, muchas personas optan por alimentos específicos, mascarillas faciales y el consumo de ciertos tés.
Las infusiones son fáciles de preparar y se consumen en cualquier momento del día. Según información divulgada por la revista Vogue, existen cuatro tipos de té que apoyan la producción de colágeno en el organismo.
El té negro, el té rojo y el té verde poseen propiedades reconocidas para el cuidado de la dermis. Sin embargo, una variedad menos conocida resalta por su efectividad: el té blanco. Esta infusión se presenta como una alternativa natural para quienes buscan mejorar la apariencia del rostro sin recurrir a procedimientos complejos.
Por qué el té blanco resulta diferente
La elaboración del té blanco requiere un proceso de recolección específico. Se obtiene de los brotes jóvenes de las hojas verdes antes de que se abran por completo. Esta técnica conserva una alta concentración de antioxidantes en el producto final.
El consumo regular de esta bebida mejora la firmeza de la piel del rostro. Vogue señaló que su potencia antioxidante es elevada y la comparó con una referencia directa: una taza de té blanco equivale a 12 vasos de jugo de naranja.
La capacidad del té blanco para proteger las células supera la de otras infusiones. Sus propiedades antioxidantes se mantienen hasta tres veces más que en variedades similares. Este efecto se explica por la presencia de polifenoles, compuestos que cuidan la dermis y reducen la formación de arrugas.
La hidratación constante con esta infusión fortalece la barrera cutánea frente a agresiones externas. La abundancia de estos componentes convierte al producto en un aliado para la estética y la salud de la piel.
Otras variedades de té recomendadas
El té negro se produce con hojas fermentadas. Los especialistas llevan la planta a un nivel máximo de oxidación para obtener esta variedad.
El té rojo utiliza hojas con una fermentación parcial. Este proceso intermedio modifica los nutrientes que llegan al consumidor.
El té verde completa la lista de infusiones sugeridas. Se elabora con hojas verdes tiernas y desarrolladas. El método omite la fermentación para conservar la frescura de sus activos naturales.
Alimentación y hábitos que complementan el cuidado de la piel
Una alimentación equilibrada es clave para estimular el colágeno. Carnes, patas de pollo y pescados como las sardinas aportan nutrientes útiles para la regeneración de los tejidos.
La prevención también requiere cambios en la rutina diaria. El uso de protector solar en el rostro reduce el impacto de los rayos ultravioletas sobre las células. Esta práctica limita la formación de surcos profundos y manchas oscuras. Algunas personas incorporan bicarbonato de sodio en la dieta con el objetivo de estimular la síntesis proteica interna.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
