Unos 60 agentes de la Interpol (policía internacional) y la Policía Técnica Judicial (PTJ-detectives) renunciarían en Venezuela, en rechazo al trato que les dio el gobierno en el caso del guerrillero del ELN José Ballestas, informó ayer el diario caraqueño El Universal.
Un inspector de la Interpol, que pidió reserva sobre su identidad, dijo al diario que los agentes "renunciamos a nuestros cargos pero las renuncias fueron rechazadas porque supuestamente les íbamos a crear problemas al Gobierno. Debo decir que esa renuncia será irrevocable".
Al admitir el arresto de Ballestas el sábado, el ministro del Interior, Luis Miquilena, dijo que en el operativo de captura, el pasado 13 de febrero en un centro comercial de Caracas, actuaron dos agentes del DAS (policía secreta colombiana) que incluso grabaron un vídeo e interrogaron al enemigo, y acusó al DAS de injerencia en asuntos internos de Venezuela.
Miquilena afirmó que todo ello se hizo sin conocimiento del gobierno venezolano y que fue a instancias del organismo humanitario Provea que abortó el traslado de Ballestas a Colombia.
El ministro cesó por el caso al director de la PTJ y al de Extranjería.
El inspector de Interpol, que según El Universal se mostró indignado, dijo tener la certeza de que Ballestas se encuentra "muy tranquilo y viviendo a todo trapo en un apartamento ubicado en El Cafetal (exclusivo sureste de Caracas). Eso no se puede tolerar".