Potter, de 43 años, y el atleta Graham Hunt, de 29, quien lo acompañó en el salto, vestían ropas especiales con aletas en brazos y pies para ayudarles a planear en el aire, pero no lograron desplegar los paracaídas, explicó el guardia forestal Scott Gediman.
Los deportistas realizaban una arriesgada disciplina conocida como BASE (siglas en inglés de las categorías de los saltos con paracaídas desde distintas estructuras naturales o artificiales, como rascacielos, riscos y puentes).
Esa práctica, que se lleva a cabo desde un acantilado o una plataforma a gran altura, es ilegal en todos los parques nacionales. Es posible que Potter y Hunt hayan saltado al anochecer o durante la noche para no ser detectados.
En el 2009, Potter completó la escalada del pico Eiger de los Alpes berneses de Suiza para realizar el salto BASE de mayor duración hasta la fecha, al mantenerse en el aire 2 minutos y 50 segundos. Esta hazaña le valió el título de aventurero del año de la revista National Geographic.
A lo largo de su vida, Potter escaló algunas de las estructuras y acantilados más peligrosos sin sogas ni ningún implemento de montañismo.