En la noche del 27 al 28 de agosto el planeta Marte estará a menos de 56 millones de kilómetros de la Tierra por primera vez en 73.000 años, ofreciendo así una oportunidad única para observarlo.
El Planeta Rojo se aleja a veces hasta a más de 400 millones de kilómetros, pero en la fecha señalada estará a “solo” 55.758 millones de kilómetros y se facilitará el examen de detalles de su superficie, incluso con pequeños telescopios, según la revista Cielo y Espacio en su número de agosto.
Para imaginar a la Tierra y a Marte “tan cerca” hay que remontarse 73.000 años en el pasado, en una época en la que los primeros hombres modernos comenzaban a aventurarse fuera del continente africano y donde, en Europa, los hombres de Neandertal solo podían observar un disco ocre inusualmente grande sobre el horizonte nocturno.
Todo obedece a las características de las órbitas de la Tierra y Marte. Mientras que la Tierra toma 365,25 días para dar una vuelta en torno al Sol, Marte, más alejado del Sol, necesita casi el doble (686,98 días) para hacer lo mismo. En consecuencia, el encuentro de los dos planetas del mismo lado del Sol solo se reproduce una vez cada 780 días.
Sin embargo, todas esas citas celestes no son idénticas, debido a pequeñas diferencias, por lo que es solo una vez cada 79 años que Marte y la Tierra se encuentran en configuraciones casi iguales.
El Planeta Rojo estuvo antes muy cerca de la Tierra el 22 de agosto de 1924, al acercarse a 55,777 millones de kilómetros, pero eso representa de todas formas una distancia superior a la cifra récord prevista para el 27 de agosto a las 4 de la tarde (hora de Costa Rica). Una distancia que no ha sido igualada desde hace 73.000 años.
La observación no se limitará a ese instante histórico ya que todo el mes de agosto será el mes del planeta Marte.
Aficionados y científicos podrán apreciar detalles del planeta vecino utilizando lentes con una apertura de 60 mm, o –idealmente– superiores.