ISLAMABAD (AFP) El Parlamento y las cuatro asambleas provinciales de Pakistán eligieron el sábado como nuevo presidente a Asif Ali Zardari, viudo de la ex primera ministra asesinada Benazir Bhutto, en medio del caos político y económico y la violencia de los islamistas cercanos a Al Qaida.
Precisamente un nuevo atentado suicida con coche bomba causó al menos 16 muertos y más de 80 heridos el sábado, en un puesto de control militar en un mercado muy frecuentado de Penshawar, en el noroeste del país.
Zardari logró más del 70% de los sufragios del Parlamento y de las cuatro asambleas provinciales, anunció la comisión electoral.
En una breve alocución televisada el nuevo presidente calificó su triunfo como una victoria para la democracia y prometió someterse a la voluntad del Parlamento.
"Este presidente se someterá al Parlamento; la democracia habla y todo el mundo escucha", dijo al criticar a los precedentes presidentes "en uniforme" (militar).
Durante más de la mitad de sus 61 años de existencia, cuatro generales golpistas han sido presidentes de Pakistán, un país de 168 millones de habitantes, única potencia atómica del mundo islámico.
Estados Unidos felicitó a Zardari, líder del principal partido de la coalición en el poder desde las legislativas de febrero.
"El presidente (George W. Bush) está impaciente por trabajar con él y con el primer ministro (Yusuf Raza) Gilani (...) en temas importantes para ambos países, como la lucha contra el terrorismo, y asegurar que Pakistán tenga una economía estable y segura", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe.
Pakistán es un aliado indispensable para Estados Unidos, en particular en la lucha contra los talibanes del vecino Afganistán.
La Presidencia de la Unión Europea (UE) también envió un mensaje de aliento a Pakistán "en su lucha contra el terrorismo", asegurando "al nuevo presidente su apoyo en este camino".
Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, expresó su deseo de que las relaciones entre Teherán e Islamabad se amplíen.
La elección de Zardari se celebró 20 días después de la dimisión del presidente Pervez Musharraf, forzada por la coalición gubernamental liderada por el Partido del Pueblo Paquistaní (PPP) del nuevo jefe del Estado.
De 53 años de edad y apodado "Señor 10%" por las comisiones que cobraba, Zardari simboliza la corrupción del poder en los años 90, cuando su esposa, Benazir Bhutto, dirigía el país.
Era relativamente impopular pero, por sorpresa, se hizo cargo de la dirección del PPP tras el asesinato, el 27 de diciembre de 2007, en un atentado suicida, de su mujer, por entonces líder del partido.
Zardari pasó 11 años en prisión (1990-1993 y 1996-2004), por corrupción y asesinato y fue amnistiado del resto de acusaciones por el presidente Musharraf hace un año, cuando el entonces jefe de Estado negociaba con Bhutto un reparto del poder.
Los otros dos candidatos, el magistrado Saeed-uz-Zaman Siddiqui y Mushahid Hussain, este último un hombre cercano a Musharraf, sólo obtuvieron el 22 y el 6% de los sufragios, respectivamente.
Los editorialistas expresaron su preocupación por los "nefastos efectos" de la designación de una personalidad tan polémica como Zardari, cuando el país está al borde de la bancarrota y los combatientes islamistas parecen ganar terreno con atentados que en algo más de un año han causado 1.200 muertos.
Por añadidura, los días de la coalición de Zardari parecen contados, pues el gobierno formado en marzo e incapaz de actuar de manera concreta, depende para sobrevivir de varios pequeños partidos que defienden intereses muy dispares, desde laicos progresistas a fundamentalistas musulmanes, pasando por nacionalistas étnicos.
© 2008 AFP