San Salvador
Con misas, peregrinaciones y actos culturales, los salvadoreños recordaron los 26 años del asesinato de seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras, perpetrado por un comando del ejército en 1989.
Todos saben que fueron los militares los que mataron a los sacerdotes y las dos mujeres que trabajaban para ellos, pero los jesuitas insisten que los que dieron la orden, los que fraguaron el asesinato y los que trataron de encubrirlo, sean llevados al banquillo de los acusados para que se conozca la verdad y luego perdonarlos.
"Lo que está pendiente es el reconocimiento de la verdad, que el ejército un día reconozca que fue un crimen institucional y pida perdón como lo han hecho en Chile, como lo han hecho en Argentina y en otras parte del mundo y deberían de hacerlo aquí también" , dijo a periodistas el jesuita José María Tojeira."Esa es la mayor deuda, (pero) yo no aspiro que nadie vaya a la cárcel en el caso jesuitas, pero el reconocimiento de la verdad es muy importante", agregó.
El 16 de noviembre de 1989, los sacerdotes jesuitas españoles Segundo Montes, Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Armando López, Juan Ramón Moreno y el salvadoreño Joaquín López fueron ejecutados con disparos en la cabeza tras ser puestos de rodillas en el jardín exterior de la casa en la que vivían dentro del campus de la Universidad Católica José Simeón Cañas (UCA).Los militares también asesinaron a sus dos colaboradoras: Elba y su hija Celina Ramos.