BELGRADO (AFP) El Partido Socialista serbio (SPS), todopoderoso bajo Slobodan Milosevic y diezmado tras la caída de su régimen en 2000, tendrá la oportunidad de ser árbitro en el nuevo gobierno, tras las elecciones legislativas del domingo que enfrentan a proeuropeos y ultranacionalistas euroescépticos.
Codo a codo en los sondeos, ni la alianza proeuropea del presidente Boris Tadic, con 33% de las intenciones de voto, ni los ultranacionalistas de Tomislav Nikolic, el jefe del Partido Radical Serbio (SRS), que obtendría 34% de los votos, están en condiciones de lograr la mayoría absoluta.
De su lado, el SPS, que obtendría 7% de los votos, trata de encontrar un segundo impulso bajo la batuta de su nuevo líder, Ivica Dacic, afirmando al mismo tiempo querer mantener las grandes líneas de la política del difunto presidente yugoslavo.
Al igual que los nacionalistas, el SPS sólo acepta la integración a la Unión Europea (UE) si Kosovo regresa a su estatuto de provincia serbia, pero contrariamente a ellos, no ha calificado de "traición" la firma, el 29 de abril en Luxemburgo, del Acuerdo de estabilización y de asociación con la UE.
"Apoyamos la integración de Serbia a la UE, pero con nuevas discusiones sobre Kosovo", cuya independencia fue proclamada el 17 de febrero, dijo Dacic.
El jefe de los socialistas preconiza actualmente una alianza con el Partido Democrático de Serbia (DSS) del primer ministro saliente, el nacionalista Vojislav Kostunica quien, según los sondeos, obtendría el 12% de los votos.
"Vamos primero a negociar con el DSS. Es con ellos con quienes teníamos las relaciones más correctas, y es con ellos con quienes vamos a discutir", declaró Dacic a la AFP.
Sin embargo una alianza con el partido de Kostunica no permitiría formar una coalición gubernamental viable, y el Partido Socialista debería entonces entenderse con los ultranacionalistas del SRS.
No obstante, según ciertos analistas, los socialistas perderían más de lo que ganarían si hacen alianza con los ultranacionalistas, mucho más poderosos y cuyo electorado es sensiblemente el mismo.
"Todo lo que nos interesa en este momento es el resultado de las elecciones", indicó Dacic.
"Los socialistas, apoyados por 7% de los electores, podrían desempeñar el papel de 'poner al rey' de la futura coalición", estima el analista Vladimir Pavic.
Pero para ser viable, una coalición en torno a los proeuropeos de Tadic que incluya a los socialistas debería poder contar con el sostén del LDP, una pequeña formación liberal, surgida de una escisión con el Partido Democrático (DS) de Tadic.
El LDP está dirigido por Cedomir Jovanovic, un ex cercano aliado del hombre que ayudó a derrocar a Milosevic en 2000, el primer ministro reformista Zoran Djindic, asesinado en 2003, pero a ojos de sus aliados potenciales, el LDP tiene la desventaja de ser el único partido serbio en aceptar la independencia de Kosovo.
Con el 8% de las intenciones de voto, según los sondeos, el LDP podría tener un papel en la nueva mayoría, admitiendo a los proeuropeos, pero "con la condición", indicó Tadic, de que modifiquen "su política hacia Kosovo".
La corriente proeuropea debería igualmente poder contar con las formaciones que representan a las minorías que, tras las elecciones del domingo, pueden esperan ganar entre 8 y 10 de los 250 escaños con que cuenta el parlamento.
© 2008 AFP