MOGADISCIO (AFP) El lujoso velero francés "Le Ponant", secuestrado por una decena de piratas y otras 30 personas a bordo, ancló ante las costas de Somalia este domingo, mientras que el gobierno francés anunció un primer "contacto" con los asaltantes.
Tras más de 48 horas y 400 km de travesía, el velero echó el ancla al sur de la provincia semiautónoma de Puntland, indicó una fuente militar francesa, sin que estuviera claro si esa era la base de los piratas o si se trataba de una parada temporal.
"Hemos establecido contacto y el asunto podría ir para largo", declaró a una radio el canciller francés, Bernard Kouchner.
"Hay que intentarlo todo para que no se derrame sangre", añadió el ministro.
Preguntado sobre si Francia estaba dispuesta a pagar una recompensa a los piratas, Kouchner respondió: "Ya veremos".
El velero fue seguido a distancia por un buque de la Armada francesa, "Commandant Bouan", declaró el ministro de Defensa, Hervé Morin.
El presidente Nicolas Sarkozy convocó una reunión de crisis junto a su primer ministro, François Fillon, el canciller Kouchner, el jefe del Estado Mayor y un representante del ministro de Defensa.
El armador del yate, CMA-CGM, dio por primera vez noticias de la tripulación y los pasajeros: 22 franceses y el resto ucranianos.
"Tan sólo sabemos que están bien, sanos y salvos", declaró una portavoz.
"La compañía nos dijo que la tripulación estaba siendo bien tratada, que estaban juntos", dijo por su lado la madre de uno de los marinos, Valérie Garrec.
Las costas somalíes son conocidas como una de las zonas con mayor presencia de piratas, que asaltan a los navíos para apoderarse de sus cargamentos u obtener rescates a cambio de la liberación de su pasaje.
"Le Ponant" es un velero de lujo de 88 metros de eslora, con capacidad para 64 pasajeros. Tenía previsto realizar un crucero a finales de abril entre Alejandría (Egipto) y La Valeta (Malta), según el armador, establecido en Marsella (sur de Francia).
Los secuestros en alta mar en Somalia suelen ir acompañados de una petición de recompensa, una vez que el navío está en lugar seguro para los asaltantes.
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