Huntsville (Tejas). Karla Faye Tucker, quien asesinó a dos personas con una piqueta en 1983, fue ejecutada anoche con una inyección letal, después de que el gobernador de Tejas le negara una apelación de clemencia de último minuto.
Tucker, de 38 años, falleció de una inyección letal que le fue aplicada a las 18:45 horas. Se trata de la primera mujer ejecutada en Estados Unidos desde 1984, cuando Velma Barfield fue ejecutada en Carolina del Norte. Ella se convirtió en la primera mujer ejecutada en ese estado desde 1863.
El portavoz de la prisión David Nunnelee dijo que las últimas palabras de Tucker fueron: "Los quiero a todos."
Minutos antes, el gobernador de Tejas, George W. Bush, denegó un pedido de clemencia hecho por Tucker, por el cual hubiese podido retrasar la ejecución por un plazo de 30 días. Previamente, la Corte Suprema había negado sin hacer comentarios una apelación.
"Al igual que muchos otros que han tenido que ver con este caso, he buscado una guía a través de la oración", dijo Bush.
Los abogados de la reclusa también presentaron apelaciones ante otros tribunales.
El lunes, la junta de libertad bajo palabra de Tejas rehusó recomendar clemencia para la condenada, quien ha admitido su papel en el homicidio de Jerry Lynn Dean y Deborah Thorton en 1983, inspirados por las drogas.
"Tejas no tiene clemencia", dijo el abogado de la reclusa, David Botsford. "El proceso de pedir clemencia en este estado es una farsa."
Tucker esperaba su ejecución mediante una inyección letal desde 1983 por haber asesinado a dos personas con una piqueta en Houston.
Previamente, el principal investigador de los derechos humanos en ejecuciones se sumó ayer a los pedidos de clemencia que se han hecho en escala internacional para que se suspenda la ejecución de Tucker.
El experto de las Naciones Unidas en ejecuciones sumarias y arbitrarias, Waly Bacre Ndiaye, hizo una "urgente apelación" sobre bases humanitarias al Departamento de Estado estadounidense.
El pedido de Ndiaye, de Senegal, se unió a las exhortaciones hechas por importantes personalidades, como el papa Juan Pablo II, que solicitaron clemencia para Tucker.