
La web, fundada por Julian Assange, anunció a través de su cuenta en Twitter la difusión de “251.287 cables de las embajadas estadounidenses en formato que permite hacer búsquedas”, acompañándolo del enlace de la página en la que pueden consultarse sin necesidad de contraseña.
WikiLeaks no precisó si todos los documentos están sin editar, como anunció que se disponía a hacer el jueves, pero la condena de las publicaciones que le ayudaron a destapar los primeros cables no parecía dejar lugar a dudas.
“Lamentamos la decisión tomada por WikiLeaks de publicar sin editar los cables del Departamento de Estado de Estados Unidos, una acción que podría poner en peligro a las fuentes que en ellos aparecen citadas”, señalaron en un comunicado conjunto
Las cinco publicaciones que ayudaron en su momento a Wikileaks a destapar esos cables, insisten en que sus relaciones previas con WikiLeaks “se desarrollaron bajo la premisa de que solo publicaríamos cables sujetos a una edición conjunta e integral y a un proceso de autorización”.
Aunque anunciaron su intención de “defender (su) esfuerzo de colaboración editorial”, condenaron “la innecesaria publicación de la base de datos al completo”, decisión que atribuyeron “única y exclusivamente” a Assange, con quien las relaciones se fueron deteriorando en los últimos meses.
De los 250.000 documentos aproximadamente 97.000 son nuevos. La mayoría, aproximadamente 35.000, son cables enviados a Washington por la Embajada de Estados Unidos en Irak, unos 30.000 por la de Irán y más de 29.000 por la de China. También hay 9.400 sobre Venezuela y 6.700 sobre Cuba.