Los médicos desconectaron ayer el tubo de alimentación que mantenía viva a una mujer que llevaba 10 años en coma, poniendo fin a una batalla legal de seis años entre el esposo y los padres de la mujer.
Un tribunal había fallado a favor de un pedido del esposo de Terri Schiavo de desconectarle la sonda, en contra de los deseos de sus padres.
Los abogados de Michael Schiavo manifestaron que la mujer, de 39 años de edad, tardará en morir entre una semana y 10 días.
La desconexión se produjo pocas horas después de que el gobernador de la Florida, Jeb Bush, le dijera a los padres de la mujer, Bob y Mary Schindler, que estaba intentando bloquear el fallo del juez.
“No soy médico ni abogado. Pero sé que si una persona puede seguir viviendo sin aparatos médicos, debería intentarse”, dijo el Gobernador. “La última palabra la tienen las cortes”, agregó.
Terri Schiavo ha estado en estado vegetativo desde 1990, cuando sufrió un ataque al corazón. Sus padres están convencidos de que su hija puede aprender a comer y a beber por sí sola.
Una corte estatal de apelación rechazó las mociones interpuestas por un abogado de los Schindler. Sus alternativas legales podrían haberse agotado, dijo el martes su abogado.
Michael Schiavo sostiene que su mujer no hubiera querido vivir de esa forma, en medio de aparatos; pero los padres y hermanos de Terri Schiavo aseguran que ella quiere vivir.
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