
Ciudad de Guatemala. AFP. La pobreza, que afecta al 80% de los guatemaltecos, y la deforestación a que han sido sometidos los bosques son, según los expertos, las principales causas de los constantes deslaves en este país.
"Existen varios factores, pero el principal es la deforestación de los bosques, ese es el gran problema", afirmó Juan José Sinai, experto del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Uno de los departamentos más afectados fue Sololá, al oeste de la capital, donde los deslaves arrasaron con dos poblaciones donde la estela de muertos es incalculable, pues los cuerpos de socorro han rescatado más de 70 cadáveres, pero estiman que 1.400 personas más están desaparecidas.
El experto explicó que en Guatemala los aludes se clasifican en tres tipos: caídas, deslizamientos y flujos, estos últimos los más peligrosos, debido a que son repentinos y pueden alcanzar grandes velocidades.
"Llegan a tener tal poder de arrastre, que pueden arrasar bloques de piedra de varios metros de diámetro y, debido a sus características, una vez iniciado el flujo, este es capaz de moverse por áreas relativamente llanas o de poca inclinación, pero las más peligrosas son las localizadas en el fondo de un cañón", puntualizó.
Entre tanto, César George, otro meteorólogo del Insivumeh consideró que la pobreza y la saturación de los suelos son factores determinantes para los deslaves.
"La gente es pobre y tiene que vivir en las laderas de cerros y montañas, lo que los deja indefensos ante una tragedia de esta magnitud", lamentó.
"La saturación de los suelos también influye, porque la tierra absorbe mucha agua, por ejemplo lo usual es que caigan 200 milímetros de agua, y en esta semana han caído más de 600, ante eso la tierra tiene que ceder", precisó.