Pero el jurado solo se puso de acuerdo en el veredicto de homicidio sin premeditación después de que la acusación retiró cargos de asesinato en el llamado juicio "Misisipi en llamas".
Killen escuchó el veredicto sentado en una silla de ruedas y con un aparato respiratorio cubriéndole la cara. Fue acusado de organizar las muertes, pero negó cualquier involucramiento.
La pena de Killen, de 80 años y precaria salud, oscila entre 20 años de cárcel y cadena perpetua.
Familiares de los tres hombres, que fueron muertos a balazos y sus cuerpos tirados en una represa, saludaron el veredicto, pero dijeron que debían tomarse más pasos para liberar al sur de Estados Unidos de su pasado racista.
El abogado de Killen, James McIntyre, dijo que apelaría porque la acusación cambió los cargos al final del juicio.
La muerte de los tres activistas -dos blancos de Nueva York y un negro de un estado del sur- conmocionó a los Estados Unidos e inspiró el drama de 1988 titulado Misisipi en llamas, protagonizado por Gene Hackman y Willem Dafoe.
Killen fue la primera persona en enfrentar cargos por su participación directa en los asesinatos de Michael Schwerner, de 24 años, Andy Goodman, de 20, y James Chaney, de 21, el 21 de junio de 1964.