
Un grupo de cubanos que trató de llegar a Florida a bordo de un automóvil Buick de 1959 convertido en barco fue interceptado en el mar por los guardacostas norteamericanos, dijeron ayer exiliados y familiares, quienes pidieron que se les permita llegar a EE. UU.
Para cuatro de las 11 personas que iban a bordo del Buick no era la primera vez que trataban de salir de la isla en un vehículo puesto a flote con más ingenio que medios.
Luis Grass, acompañado en ambas ocasiones de su esposa y su hijo de cuatro años, y Marcial Basalta ya trataron de llegar a Estados Unidos en julio a bordo de un Chevrolet de 1951.
Como en esta ocasión también fueron interceptados entonces por los guardacostas y poco después repatriados a Cuba.
Ahora se desconoce su paradero o su situación tras ser interceptados en algún punto de los 140 kilómetros del estrecho de la Florida, dijeron grupos del exilio.
En Miami, los guardacostas se negaron a dar detalles, señalando que no comentarían la operación mientras estaba en curso.
El Buick, con su motor original V8, y sus pasajeros se echaron a la mar el lunes desde una playa al norte de La Habana, después de sellarlo para que flotara, en vez de ponerle bidones como al camión.