Morelia
Morelia (AFP). El alcalde del municipio Lázaro Cárdenas, uno de los puertos más importantes de México y clave para el narcotráfico, fue detenido este lunes por sus presuntos vínculos con el cártel Los Caballeros Templarios de la convulsa región de Michoacán (oeste).
La fiscalía detuvo al alcalde Arquímides Oseguera por su "probable relación con el líder de la organización criminal" y su "probable participación en los delitos de secuestro y extorsión", informó el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, en un mensaje a medios.
Esta captura es la tercera de un alto funcionario de Michoacán este mes por supuesta colaboración con Los Caballeros Templarios, el cártel que sembró el terror durante años en la región.
El anuncio coincidió con el inicio del registro ante el Ejército de las armas de las autodefensas, grupos creados hace un año por vecinos de comunidades rurales de Michoacán que se alzaron contra el narcotráfico y que ahora el gobierno pretende desarmar.
Lázaro Cárdenas, de unos 180.000 habitantes, ya había sido puesto bajo control militar el pasado noviembre.
La medida se tomó luego de que se denunciara que funcionarios del puerto sobre el océano Pacífico permitían la llegada de precursores químicos desde Asia con los que después Los Caballeros Templarios fabricaban metanfetaminas en laboratorios clandestinos escondidos en esa montañosa región.
Además del narcotráfico, Los Caballeros Templarios también practicaban la extorsión a grandes y pequeños empresarios y extraían ilegalmente mineral en minas de Michoacán.
En marzo, autoridades incautaron 119.000 toneladas de mineral ilegal en Lázaro Cárdenas, que iban a ser exportadas principalmente a China.
Este puerto creció exponencialmente en la década pasada y en 2013 llegó a ser el mayor del país en movimiento de carga comercial.
El operativo federal especial de unos 10.000 militares y policías en Michoacán ha logrado abatir o capturar a tres de los cuatro jefes máximos del cártel, mientras sigue la búsqueda del líder que queda en libertad: el exmaestro de primaria Servando Gómez, alias "La Tuta".
Este mes también han sido detenidos por presuntos vínculos con el cártel el número dos del gobierno regional de Michoacán, Jesús Reyna, y Uriel Chávez, alcalde de la ciudad de Apatzingán, hasta ahora el gran bastión de Los Caballeros Templarios.
Reyna, de quien se filtró un video en el que aparece reunido con "La Tuta", y Chávez pertenecen al oficialista PRI (Partido Revolucionario Institucional), mientras que el edil de Lázaro Cárdenas es del izquierdista PRD (Partido de la Revolución Democrática).
Tras el anuncio de la detención de Oseguera, efectuado en Morelia -capital de Michoacán-, el comisionado Castillo se desplazó hacia el pueblo de Coalcomán (unos 18.000 habitantes).
En este y otros dos municipios de Michoacán, el gobierno mexicano espera arrancar este lunes el proceso gradual de registro de armas de las autodefensas ante el Ejército, con miras a la desmovilización del movimiento. Castillo señaló que únicamente se les retirarán las armas de más alto poder y que incluso podrán quedarse con los fusiles AK-47.
El gobierno aspira a que los autodefensas -un movimiento que suma unos 20.000 integrantes según sus dirigentes- que quieran seguir trabajando en la seguridad pública se incorporen a alguno de los cuerpos legales existentes, aunque Castillo señaló este lunes que únicamente 685 han solicitado el ingreso.
Castillo ha urgido a las autodefensas, que tienen presencia en una treintena de municipios, a que se desmovilicen para evitar también que criminales de la región operen camuflados como milicianos.
La tarde del domingo, grupos armados protagonizaron un enfrentamiento en Lázaro Cárdenas que dejó cinco muertos.
Pese a que autoridades locales señalaron que una de las partes enfrentadas eran autodefensas, el comisionado Castillo señaló que los choques fueron entre "grupos delincuenciales".
El conflicto en Michoacán es el principal reto en seguridad de la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que ha mantenido el combate militar contra el narcotráfico lanzado por su predecesor Felipe Calderón a finales de 2006, periodo en el que se cometieron más de 80.000 asesinatos en México vinculados al crimen organizado.