Bogotá. AFP. La corrupción y los actos de abuso de poder que se le atribuyen al gobierno de Álvaro Uribe en Colombia juegan en favor del candidato presidencial del Partido Verde, Antanas Mockus, que se presenta como adalid de la legalidad, estiman analistas.
Las dos últimas encuestas, divulgadas entre el jueves y ayer, colocan a Mockus en el primer lugar de preferencias para la primera vuelta del 30 de mayo, con rangos de entre 38% y 37%, en tanto que el oficialista Juan Manuel Santos registra entre 34% y 25%.
Las consultas coinciden en que Mockus sería elegido presidente en la segunda vuelta del 20 de junio con 50% o 52%, mientras Santos tendría de 43% y 30,5%.
“El respaldo fenomenal a Mockus responde al respaldo de la gente a su mensaje de legalidad”, opina Álvaro Villarraga, director de la fundación Cultura Democrática.
“No haremos alianzas con organizaciones políticas que tengan cuestionamientos judiciales o sociales”, prometió Mockus en un mensaje difundido por Internet.
La propuesta de legalidad y lucha contra la corrupción es la ventaja de Mockus sobre Santos, considera León Valencia, director de la fundación Nuevo Arco Iris, grupo que ha denunciado nexos de congresistas, la mayoría oficialistas, con paramilitares de derecha.
“El tema de la politiquería y la corrupción son el lunar del gobierno de Uribe”, dice Valencia, quien destaca entre ellos escándalos de espionaje ilegal a la oposición y ejecución de civiles por parte de militares, que los presentaban como guerrilleros muertos en combate.
Mientras, Mockus goza de una aureola de honestidad por su doble gestión como alcalde de Bogotá; en cambio a Santos, exministro de Defensa de Uribe, la oposición le endosa, al menos, responsabilidad política en los hechos denunciados.
Menos licencia. Además, las encuestas parecen indicar que la gente no está dispuesta a autorizarle a Santos “el todo se vale” que sí permitió a Uribe en aras de su política de mano dura contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Los colombianos permitían muchas licencias a Uribe en aras de resultados, lo que parecen no están dispuestos a otorgarle a Santos”, coincide Villarraga, quien lamenta que la campaña se haya centrado en el tema de la legalidad.
El presidente Uribe goza de una popularidad del 68% y una aprobación de su gestión del 72%, de acuerdo con una encuesta divulgada el jueves en la noche.
Para Fernando Giraldo, catedrático en Ciencias Sociales, “se rompió tanto la legalidad en el gobierno de Uribe que Mockus logró colocar como eje temático de la campaña ese tema, sustituyendo el de seguridad”, que centró las campañas presidenciales de 2002 y 2006 que ganó Uribe.