Bogotá . Fuertemente escoltado y cabizbajo, el colombiano Jaime Lara Nausa, acusado de narcotráfico, fue puesto ayer por las autoridades colombianas a bordo de un avión con rumbo a Estados Unidos, convirtiéndose así en el primer nacional en ser extraditado en nueve años.
Vestido con pantalones vaqueros, chaqueta azul, zapatos deportivos y esposado, Lara, de 30 años, salió de la base aérea policial al norte capitalino a las 7:15 de la mañana (6:15 en Costa Rica) en una avioneta bimotor Cessna Super King 350 de la DEA con rumbo a Fort Lauderdale.
"En el día de ayer (sábado para los lectores) se tomó la determinación de autorizar la extradición del ciudadano colombiano Jaime Orlando Lara Nausa, y en cumplimiento a esta decisión del ejecutivo, el día de hoy (ayer) se ha hecho el traslado de este ciudadano a los Estados Unidos", dijo el general Ismael Trujillo, director de la Dirección de Policía Judicial.
El presidente colombiano, Andrés Pastrana, aseveró ayer, con firmeza, que no permitirá que su país se convierta en un refugio para los narcotraficantes, aunque estos amenacen con acciones terroristas.
El mismo día en que el gobierno de Pastrana autorizó la extradición de Lara Nausa (11 de noviembre), hubo un atentado dinamitero en Bogotá que dejó ocho muertos.
Fuerte vigilancia
Lara llegó al aeropuerto en un helicóptero policial procedente de una escuela de la policía, al sur de Bogotá, donde estuvo desde el sábado en la noche bajo fuerte custodia. Apenas caminó unos 20 metros para abordar el avión hacia Estados Unidos.
Siguiendo procedimientos legales, el pasado 9 de noviembre la Corte Suprema de Justicia colombiana dio su visto bueno a la solicitud norteamericana para extraditar a Lara.
Un día después los magistrados autorizaron la entrega también a ese país del venezolano Fernando Flores, de 38 años, detenido en Bogotá en agosto del año pasado. Otras 40 personas aguardan dictamen judicial para ser entregados a Estados Unidos
Tras los dictámenes de la Corte Suprema, el gobierno del presidente Andrés Pastrana tenía 10 días hábiles para ratificar la decisión: el decreto gubernamental fue emitido pocas horas después del estallido la mañana del 11 de noviembre de un auto bomba con 80 kilos de dinamita al norte de Bogotá, que mató a ocho personas y dejó heridas a más de 40.
El atentado reavivó temores sobre una nueva ola terrorista como la desatada por el capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar, a fines de los 80 y comienzos de los 90 precisamente para oponerse a la extradición.
Trujillo dijo desconocer cuál sería el procedimiento contra Lara en una corte del distrito sur de Nueva York, donde pesan desde octubre de 1998 cargos en su contra por conspiración para importar y distribuir heroína.
Lara fue capturado en Bogotá el 11 de diciembre de 1998. Según la policía colombiana, está acusado en Estados Unidos de enviar entre 10 a 15 kilos de droga, camuflada en equipajes de pasajeros en aerolíneas comerciales, y dirigir una banda con centros de distribución en Houston, Miami y Nueva York.
La extradición de colombianos quedó prohibida por la asamblea constituyente que redactó la Carta Magna de 1991 en medio de la campaña terrorista desatada por Escobar Gaviria. La ola mortal dejó miles de muertos, entre ellos ministros, magistrados, congresistas, jefes militares y periodistas.
La extradición fue reinstituida por el Congreso en diciembre de 1997, pero solo por delitos cometidos después de esa fecha.