
El clérigo radical chiita Muqtada al-Sadr rechazó ayer la solicitud del gobierno interino de Iraq para que su milicia abandone Nayaf, mientras amenazas de sus guerrilleros obligaron a suspender la producción de petróleo en el sur del país árabe.
A pesar de una breve tregua para evacuar víctimas, no hubo indicios del fin de los combates, después de varios días de enfrentamientos con tropas estadounidenses, cuyos jefes han informado que han muerto 360 milicianos desde que estalló el jueves la insurrección en Nayaf.
Las acciones de los milicianos de Sadr afectaron la industria petrolera por primera vez, aumentando los temores en un sector ya golpeado por los sabotajes.
“El bombeo de los yacimientos del sur hasta los tanques de almacenamiento en Basora fue detenido hoy (ayer) tras las amenazas de al-Sadr”, dijo un funcionario iraquí del sector petrolero.
Sabotaje
El funcionario indicó que milicianos del Ejército Mehdi de Sadr habían amenazado con sabotear la producción de la empresa petrolera estatal iraquí.
También indicó que el petróleo almacenado en la terminal del golfo de Basora alcanza para dos días de exportaciones. El país ha estado exportando cerca de dos millones de barriles diarios.
Batallas en diferentes ciudades pusieron a prueba la voluntad de Sadr y del primer ministro interino, Iyad Alaui, quien ha prometido llevar la estabilidad a Iraq y liderar una recuperación económica basada en las exportaciones petroleras.
La nueva insurrección chiita representa la prueba más difícil para Alaui desde que asumió el poder el 28 de junio.
Soldados estadounidenses, apoyados por la aviación, cerraron el cerco alrededor de la ciudad sagrada de Nayaf, pero un alto funcionario norteamericano negó que fuerzas de la coalición estuvieran persiguiendo al clérigo.
Sadr se mostró desafiante en una rueda de prensa celebrada en el santuario más sagrado de Nayaf, la mezquita del Imán Alí.
“El Ejército Mehdi y yo seguiremos resistiendo. Permaneceré en la sagrada Nayaf y nunca me iré. Me quedaré aquí hasta la última gota de mi sangre”, afirmó.