China proscribió ayer una conocida secta de meditación y artes marciales después de tres días de protestas masivas, intensificando la represión de un grupo que el régimen considera una amenaza grave.
El Gobierno acusó al grupo Falun Gong de difundir "ideas supersticiosas y malignas" para socavar la estabilidad social, informaron los medios de prensa estatales.
El anuncio se produjo luego de tres días de manifestaciones en las que participaron hasta 30.000 personas en decenas de ciudades, en protesta por la detención de unos 70 miembros destacados de la secta.
Una reacción de Estados Unidos se produjo ayer, al solicitar a las autoridades chinas que permitan las manifestaciones pacíficas de la secta, como ejemplo de que cumplen con sus obligaciones internacionales sobre derechos humanos.
El portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, subrayó: "Aunque Estados Unidos no toma posiciones como gobierno sobre las enseñanzas o las prácticas de ese movimiento, apelamos a China para que cumpla con sus obligaciones internacionales sobre derechos humanos para permitirles manifestarse en paz".
Falun Gong, o Rueda de la Ley, fue fundada en 1992 por Li Hongzhi, un exempleado de gobierno que ahora vive en Estados Unidos. El Gobierno calculó que tenía unos 70 millones de miembros. El Partido Comunista gobernante tiene 60 millones de afiliados.
Mezcla de ideas
La doctrina de Falun Gong combina las artes marciales con ideas budistas y taoístas. Sus miembros dicen que la secta, no el Partido Comunista, tiene las soluciones para hacer de China una sociedad más estable, regida por valores morales.
Al cundir el descontento creado por el desempleo y los ingresos estancados, los gobernantes chinos temen que los grupos independientes cuestionen el régimen. Pekín ha reprimido el disenso mientras se prepara para festejar, el 1° de octubre próximo, el 50 aniversario de la República Popular China.
El 25 de abril, más de 10.000 miembros de Falun Gong realizaron durante todo el día una concentración en silencio alrededor del complejo de edificios de Pekín donde viven y trabajan el presidente Jiang Zemin y otras autoridades.
El grupo dijo que protestaba por el acoso a que era sometido por el Gobierno.
La televisión estatal reportó que la protesta fue la más grave desde las manifestaciones de 1989 en la plaza Tienanmen. Esas manifestaciones a favor de la democracia culminaron con un cruento ataque militar que mató a cientos o quizá miles de personas.
"La Sociedad de Investigaciones Falun Gong realizó actividades ilegales, difundió ideas supersticiosas y malignas para enceguecer a la gente, causar alboroto y sabotear la estabilidad social", consignó ayer la agencia noticiosa oficial, que informó con lujo de detalles los aspectos principales que llevaron a la proscripción.
Los medios oficiales acusaron a la secta de causar la muerte de algunos de sus miembros. La televisión estatal aseguró que algunos murieron por negarse a tomar medicamentos, convencidos de que sus líderes los curarían.
Luego de la protesta de abril, las autoridades prohibieron al grupo realizar manifestaciones. Sin embargo, la semana pasada, se produjo una nueva congregación con más de 5.000 de sus integrantes.