Según el Centro de Información de Derechos Humanos y Movimiento Democrático en China, varias unidades especiales de la policía china se encargarán durante las 24 horas del día de tener informadas a las autoridades de los mensajes de Internet que podrían dañar a la opinión pública.
Dicho centro, con sede en Hong Kong, agregó que hay unos 2,1 millones de chinos que se conectan frecuentemente con Internet para saber, a través de los medios de comunicación extranjeros, lo que ocurre en su país.
La organización, fundada por Frank Lu, dirigente del movimiento prodemocrático de Tiananmen (junio de 1989), refugiado en Hong Kong desde 1993, denunció hace una semana que muchos de los mensajes que recibía antes desde 200 ciudades chinas llegan ahora con problemas o dejando espacios en blanco en su computador.
Frank Lu agregó que hasta las pasadas Navidades los disidentes del continente le podían comunicar casi de forma fluida casos de violaciones de derechos humanos desde restaurantes, hospitales e incluso bares de karaoke.
Sin embargo, matizó, "la policía canalla está bloqueando nuestras comunicaciones".
Agregó que "no nos pararán porque nuestro centro es `intocable' tras los compromisos adquiridos por Pekín, que prometió respetar el sistema de libertades en Hong Kong", tras su devolución a China en julio de 1997, después de 157 años de dominio colonial británico.
En las últimas semanas el Gobierno de Pekín ha vuelto a figurar en las primeras planas de la prensa mundial al expulsar del país o condenar a prisión a decenas de disidentes, la mayoría de ellos protagonistas de las trágicas protestas de la plaza Tianamen, ocurridas en 1989.