La polarización social que vive Venezuela alrededor de la figura del presidente Hugo Chávez es lo que, a juicio del politólogo Carlos Torres Jiménez, explica parcialmente la crisis que vive el país. La mitad de la población lo ve como un héroe, la otra, lo sataniza.
Chávez, quien llegó a la presidencia en 1999 con gran apoyo popular, incluyendo sectores de clase media y alta, maneja un discurso beligerante y ìrevolucionarioî y emprendió una reorganización de la institucionalidad que le ha restado mucho de ese apoyo.
Al llegar al poder, en 1999, llamó a un referéndum para nombrar la Asamblea Constituyente, de mayoría chavista, que redactó una nueva Carta Magna.
En esta se incluyeron algunos ìdesvíos constitucionalesî, calificados así por Janet Kelly, profesora de Economía Política en el Instituto de Estudios Superiores de Administración, de Caracas, en un artículo para la revista Foreing Affairs.
Entre ellos señala la inclusión de militares en la política nacional, lagunas que daban lugar a abusos de autoridad presidencial, incumplibles promesas de beneficios sociales y hasta el cambio de nombre del país.
Las medidas de Chávez y su discurso conflictivo fueron generando desconfianza y temor en la clase media y alta, que se acentuaron el año pasado, cuando el mandatario logró la aprobación de un paquete de leyes de carácter productivo, en el cual, entre otras cosas, se le da potestad parcial al Estado de intervenir una empresa o un particular si su medio de producción está en desuso, por ejemplo, la tierra.
Discurso de confrontación
La oposición empezó a movilizarse y Chávez empezó a declarar la guerra a algunos de sus integrantes y a acusar de parcialidad a otros sectores, como la Iglesia Católica y la prensa, que se sentía amenazada por un artículo constitucional referido al derecho ciudadano a la ìinformación verazî, visto como el preámbulo de mayores restricciones a la libertad de expresión.
Según Torres, Chávez gobierna con medidas que van ìdesde las muy neoliberales hasta otras de corte socialismo utópico soviéticoî, y esto ha colocado al país en un ìlimboî económico y político y ha polarizado a los militares.
Quizá por estas medidas, tiene gran respaldo entre los sectores más pobres. Estos, que constituyen la base de su fuerza, se identifican con este hombre amable y sencillo, de origen humilde, cuyas reformas ñha dichoñ pretenden redistribuir la riqueza.
En los últimos meses, Chávez ha pedido a la comunidad internacional ñen especial a la OEAñ ayuda para establecer un diálogo con los opositores.
Según Torres, el mandatario maneja un discurso de amigo-enemigo, que impide el diálogo.
øPuede ser destituido?
La nueva Constitución establece que cualquier funcionario electo puede ser destituido si, a mitad de su período constitucional, se pide la convocatoria a un referéndum (que haría el Tribunal Electoral) de acuerdo al número de firmas que respalde el pedido.
Pero la oposición no quiere esperar al referéndum, que correspondería hacerse en el 2003, y pide su renuncia ya.