En el acto de celebración del 128 aniversario del natalicio de Augusto C. Sandino, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, justificó la masacre que ordenó en 2018 en contra de varios universitarios y civiles que protestaron en contra de su gobierno y minimizó los 355 asesinatos confirmados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
De acuerdo con el medio de comunicación Confidencial de Nicaragua, Ortega dijo durante la actividad -efectuada el jueves- que en 2018 su administración intentó persuadir a los ciudadanos a quienes en reiteradas ocasiones ha calificado de “golpistas” para que levantaran los tranques, pero ante la negativa de estos procedió a hacerlo por la fuerza.
“Lo dijimos y lo hicimos. Es que los manifestantes se sentían envalentonados y no entendían que nuestro propósito era buscar una salida que no nos llevara a una confrontación con ellos”, externó Ortega.
Este medio informó de que el régimen lo que buscaba era evitar el costo de desalojar los tranques, por lo que alguna gente se confundió, “hasta algunos hermanos sandinistas se confundieron”, enfatizó Ortega. Por eso accedió a participar en el diálogo nacional organizado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y que este fuera transmitido por televisión.
Además, agregó que debido al estancamiento del diálogo nacional, en el que los opositores a su régimen solo llegaban a justificar “los crímenes que estaban cometiendo”, y ante la presión de la población que reclamaba el levantamiento de los tranques, su régimen decidió que era el momento de hacer las cosas por la fuerza.
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“Cuando nos presentaron un documento donde decía que había que desmantelar el Estado, una locura completa, una aberración. Ya cuando nos llegó ese mensaje dijimos: esta gente está loca y aquí no queda más camino que desmantelar los tranques y restablecer el orden en el país. Lo dijimos y lo hicimos”, reiteró Ortega.
Ante este panorama, Daniel Ortega volvió a arremeter contra la iglesia Católica acusando a sus representantes, una vez más, ‘golpistas’. Mencionó que fueron los obispos quienes le entregaron un documento firmado por todos ellos, en el que le pedían desmantelar el Estado.
“Ellos pensaban que ya nos habían vencido y solo esperaban que dejáramos el gobierno. Apelamos a los famosos mediadores que eran golpistas; todos los curas que estaban allí como mediadores eran golpistas”, declaró Ortega.
Finalmente, agregó que “en aquellos tiempos” su régimen se apoyó directamente en el ejército, que según él estuvo a cargo de resguardar zonas estratégicas; mientras que la Policía y sus paramilitares llevaron a cabo las operaciones.
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