La siguiente es una breve historia de lo que ha sido, a lo largo de 18 años, la ocupación israelí del territorio libanés.
La primera invasión israelí del Líbano se produjo el 14 de marzo de 1978, como respuesta al ataque más grave cometido por la OLP en la historia de Israel, en el que 37 personas murieron en un atentado contra un autobús en la carretera de Tel Aviv a Haifa.
La "Operación Litani", llamada así por el nombre del río hasta el que llegaron, tenía como objetivo poner fin a las actividades de la guerrillas palestinas que atacaban el norte de Israel. Causó entre 200 y 400 muertos y se mantuvo operativa durante tres meses.
Tras esta invasión israelí, la ONU aprobó la resolución 425 en la que se exigía la retirada total e incondicional israelí y envió a un contingente de "cascos azules" Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) para supervisar la retirada y restaurar el orden.
En junio de 1982, el Ejército israelí volvió a invadir el Líbano bajo el pretexto oficial de acabar con los ataques de la guerrilla palestina, aunque el verdadero motivo fue forzar el nombramiento del cristiano maronita Bashir Gemayel para la presidencia, y asegurarse así un "amigo" en su frontera del norte.
Las tropas de Tel Aviv llegaron hasta Beirut y se replegaron de la mayoría del territorio en 1985, pero conservaron una zona de 1.100 kilómetros cuadrados al sur del Líbano (la décima parte del país), conocida como la "franja de seguridad".
La invasión, denominada "Paz en Galilea", causó unos 20.000 muertos de ellos 650 soldados israelíes y degeneró en un sangriento capítulo de la guerra libanesa. Israel consiguió uno de sus propósitos: echar a la OLP del Líbano, que en agosto de 1982 se vio obligada a trasladar su cuartel general a Túnez.
El 25 julio 1993, en la denominada operación Operación Ajuste de Cuentas, el ejército israelí lanza un ataque aéreo, terrestre y naval contra posiciones de la guerrilla proiraní de Hezbolá, el valle de la Bekaa bajo control militar sirio y bases palestinas en diversos puntos del Líbano como represalia a los últimos ataques que sus fuerzas habían sufrido en el sur libanés. La operación, de siete días de duración, causó 132 muertos y 500 heridos.