Sin tener muy claro si se trata de una idea de genios o de locos, unos científicos del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA pretenden explorar Marte con un balón de futbol gigante.
Ni motores, ni cohetes propulsores, ni complicados mecanismos. La brisa suave de Marte, que puede alcanzar hasta 70 kilómetros por hora, empujaría este artilugio explorador lo mismo que la brisa del mar empuja un balón de playa.
"Una bola así (de unos seis metros de diámetro) sube escalones, asciende dunas de arena, sortea rocas. Nada la para", afirmó Jack Jones, del laboratorio JPL de la NASA, quien ya realizó pruebas con éxito en el desierto de Mojave en California.
¿Idea loca?
La gran ventaja de un balón gigante para explorar la superficie de Marte es su poco peso y las grandes distancias que podría recorrer sin obstáculos impulsado por el viento sobre la superficie del Planeta rojo , en el que podría buscar agua o trazar mapas.
La nave Viking que se posó en Marte en 1977, pesaba cientos de kilos y el mismo problema tuvo 20 años después, en 1997, el Pathfinder, pero el balón no pesaría más de 40 kilos, incluido un radar detector y todos sus instrumentos.
El peso es una de las claves de la exploración, porque poner en órbita un explorador que pesa cientos de kilos obliga a quemar millones de litros de combustible en el cohete que lo lleva.