Jerusalén y otras procedencias Varios dirigentes del mundo realizaron ayer coordinaciones para persuadir al primer ministro israelí, Ehud Barak, y al líder palestino, Yaser Arafat, a no dejar morir el proceso de paz, pero cada lado en conflicto se mantuvo firme ante su propio imperativo: que la otra parte detenga primero el fuego.
Un feroz enfrentamiento a tiros estalló en la población cisjordana de Hebrón entre soldados israelíes y palestinos armados poco después de que llegó a su término al anochecer el Yom Kippur, o día judío de la expiación.
Barak había puesto como plazo la noche del lunes para que Arafat cesara los enfrentamientos, y los comandantes israelíes advirtieron que estaban dispuestos a intensificar el fuego si no cesaban los choques.
Anoche, Barak afirmó que no descarta una reunión con Arafat, para cortar la violencia, según un comunicado de su oficina publicado la noche del lunes al martes.
"Barak afirmó que no excluye una cumbre para cortar la violencia y crear las circunstancias propicias para reanudar las negociaciones de conformidad con la propuesta del presidente estadounidense, Bill Clinton, pero todavía no está claro si dicha cumbre tendrá lugar", añadió el comunicado.
Sin embargo, la Casa Blanca indicó anoche que no se dan todavía las condiciones para una cumbre entre el presidente Clinton, el Primer Ministro israelí y el Presidente palestino.
Un responsable, que requirió el anonimato, precisó que Clinton había mantenido entrevistas telefónicas con Barak y Arafat, así como con el presidente egipcio Hosni Mubárak, pero que no había sentido "la receptividad" necesaria para invitarlos a una cumbre de urgencia para salvaguardar el proceso de paz en Oriente Medio.
"Nadie dijo no (a una cumbre). Pero no hemos recibido indicación clara (...) Ahora bien, para organizar una cumbre hay que tener perspectivas razonables para llegar a resultados productivos", declaró ese responsable.
Reunión de emergencia
Barak reunió de emergencia a su gabinete ministerial para evaluar si su ultimátum había resultado efectivo o no.
Al ingresar a la sesión casi a medianoche, dijo que todavía consideraba a los palestinos como "el socio único" de Israel para la paz, pero no sabía si estaban dispuestos a llegar a un arreglo.
"Si en este momento no hay un cambio en el nivel de violencia, ello significaría que el liderato de la otra parte no está listo para las negociaciones y que nos veremos forzados a tomar acciones y responder. Eso es lo que vamos a discutir en la reunión", dijo Barak.
Arafat también continuó con su insistencia de que Barak acceda a que se forme una comisión internacional que investigue los actos de violencia que se prolongaron por 12 días, los cuales han causado 88 muertos hasta el momento, en su mayoría palestinos. El Consejo de Seguridad votó la semana pasada a favor de recomendar una "investigación".