
Los Ángeles, EE. UU. EFE. Robert F. Kennedy estaba llamado a seguir la estela de su hermano, el asesinado presidente de EE. UU., John F. Kennedy, cuando, a punto de proclamarse candidato demócrata a la Casa Blanca en 1968, la historia volvió a repetirse y fue abatido a disparos hoy hace 40 años.
Su meteórica ascensión en política, en donde llegó a ser Fiscal General de EE. UU. desde 1961 a 1964 y senador por Nueva York desde 1965, tenía un claro fin: la presidencia del país.
Cercano como pocos a la comunidad negra del país y ferviente activista en contra de la pena de muerte, como asesor de su hermano desempeñó un papel fundamental durante la Crisis de los Misiles en Cuba y sus negociaciones impidieron lo que podría haber desencadenado un conflicto nuclear.
Casi cinco años después del asesinato de John F. Kennedy en Dallas, Robert Kennedy anunció su intención de obtener la candidatura demócrata para las elecciones presidenciales de 1968.
Sin embargo, en la madrugada del 6 de junio de 1968, instantes después de declararse ganador en la primaria de California, en un discurso en uno de los salones del Hotel Ambassador, Kennedy fue asesinado a manos de un joven palestino, Sirhan Bishara Sirhan.
Sirhan fue condenado a cadena perpetua en 1972 y sigue recluido en la Prisión Estatal de California.
Kennedy, quien recibió tres impactos de bala, fue operado durante más de cuatro horas en el hospital Good Samaritan. Falleció sobre la 1:45 de esa madrugada.
El entonces presidente estadounidense, el demócrata Lyndon Johnson, declaró el 9 de junio día de luto oficial en respuesta al pesar de la nación por su muerte.
Kennedy suscitaba un temor público y notorio de que su éxito lo llevará el mismo fin de su hermano, hasta tal punto de que los periodistas que seguían de cerca la campaña del demócrata aseguraban que éste estaba “ dispuesto a llegar hasta el final, aunque no llegará ”.
Lo supiera o no el propio Kennedy, ya era tarde para hacerle cambiar de opinión. Iba directo a hacer historia pero la maldición de su clan apareció en el camino.