El veterano periodista radial Julio Hernando Palacios fue asesinado a balazos ayer en Cúcuta, la principal ciudad colombiana en la frontera con Venezuela, informó la Policía.
Palacios, quien desde hace varios años dirigía y presentaba el noticiero El Viento , en Radio Lemas, fue atacado a balazos en su carro por dos pistoleros que se movilizaban en moto en el centro de la ciudad.
Palacios recibió varios disparos en la cabeza y el abdomen, pero a pesar de sus heridas regresó a su residencia y avisó a sus hijos que lo llevaron al Hospital San José, en donde falleció poco después, informó en conferencia de prensa el coronel José Humberto Henao, comandante de la Policía de Cúcuta.
El asesinato disparó las alarmas sobre el riesgo que se cierne para la prensa en Colombia, uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el oficio.
Palacios, de 57 años, había sobrevivido en 1996 a otro atentado.
Si bien las autoridades todavía no han esclarecido si se trata de una acción relacionada con su oficio, colegas de Palacio dijeron que obedece a una represalia por sus denuncias de corrupción e infiltración del narcotráfico en la vida política de la convulsionada región.
Amenazas
"Hace aproximadamente cuatro meses él y otros tres periodistas de Cúcuta recibimos una llamada desde Venezuela, en la que nos advirtieron que si seguíamos de sapos (soplones) nos darían una matada", precisó el periodista Ricardo Gélvez, de la cadena Colmundo.
De acuerdo con lo que manifestó, Palacio había sido víctima de hostigamientos por parte de sectores no identificados, que lo obligaron a refugiarse en Venezuela hace unos cuatro meses y más recientemente en Bogotá.
Gélvez no precisó la autoría de las amenazas, pero no descartó que detrás estén los paramilitares de la ultraderecha o los grupos de la extrema izquierda.
"Acá en Cúcuta los periodistas vivimos amenazados; si usted dice algo sobre la guerrilla, los paramilitares lo ponen entre ojos, o viceversa. Lamentablemente esta situación solo trasciende cuando matan a alguno de nosotros", agregó.
Autoridades de la región ofrecieron una recompensa para quien aporte información que conduzca a los asesinos.