Luanda. La muerte del jefe de la rebelión angoleña Jonas Savimbi, anunciada el viernes por Luanda, revive los esfuerzos de paz en un país devastado desde hace 26 años por la guerra civil.
Savimbi fue siempre considerado por el gobierno y Naciones Unidas como el principal obstáculo para el cese de hostilidades y uno de los causantes de la guerra con saldo de medio millón de muertos, 100.000 heridos y cuatro millones de desplazados, además de la ruina de la economía en un país rico en petróleo y diamantes.
El cuerpo de Savimbi, de 67 años de edad, jefe de la Unión Nacional para la Independencia total de Angola (Unita), fue mostrado ayer a la prensa en la localidad de Lucusse, en la provincia de Moxico (centro-este), donde murió en un combate con el ejército el viernes, anunció la agencia angoleña oficial de prensa Angop, en su sitio Internet.
La agencia agrega que pudo constatar en el lugar que Jonas Savimbi murió a causa de 15 impactos de bala durante los combates entre el ejército gubernamental y las fuerzas de Unita, en la región de Luvu, al sureste de Luena, capital de la provincia de Moxico.
En una entrevista a una emisora de radio portuguesa, el viernes por la noche, el portavoz de la presidencia angoleña, Aldemiro da Conceicao, había afirmado que el cuerpo de Savimbi estaba en manos de los militares y sería "en breve" mostrado al público.
En Lusaka, una fuente de los servicios de información zambianos afirmó que el cuerpo de Jonas Savimbi sería llevado a Luanda ayer.
La sede de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en Addis Abeba fue prevenida por el embajador de Angola en Etiopía de la muerte de Jonas Savimbi. La OUA "tomó nota de esta importante información".
Según un diplomático angoleño, la Unita fue siempre un obstáculo para el proceso de paz.
"La situación sigue en calma" en Angola, donde sin embargo, había un fuerte patrullaje militar, subrayó, lanzando un llamado a la OUA y a la comunidad internacional para que sigan apoyando al pueblo de Angola.